Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Salmos 31:22 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Y decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; mas tú oíste la voz de mis súplicas, cuando a ti clamé.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

22 Decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; Pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Lleno de pánico, clamé: «¡Me han separado del Señor!». Pero tú oíste que supliqué misericordia y respondiste a mi pedido de auxilio.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Yo decía en mi desconcierto: 'Me ha arrojado de su presencia'. Pero tú oías la voz de mi plegaria cuando clamaba a ti.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

22 Alarmado, me dije: ¡Cortado fui de tu presencia! Pero Tú oíste la voz de mis súplicas cuando clamé a ti.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Bendito sen el Señor que sublima en mí sus gracias en una villa fuerte.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Salmos 31:22
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso.


Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo talados.


Sobre mí han pasado tus iras; tus terrores me han cortado.


Jehová ha escuchado mi súplica; Jehová recibirá mi oración.


Aunque digas: No lo mirará; el juicio está delante de Él, por tanto, pon tu confianza en Él.


El cual en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente.


Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos: Mas aún veré tu santo templo.


Pero Sión dijo: Me dejó Jehová, mi Señor se olvidó de mí.


Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.


Y dijo David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; por tanto, nada me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl se deje de mí, y no me ande buscando más por todos los términos de Israel, y así me escaparé de sus manos.


Y Saúl iba por un lado de la montaña, y David con sus hombres por el otro lado de la montaña: y David se daba prisa para escapar de Saúl, porque Saúl y sus hombres habían encerrado a David y a sus hombres para tomarlos.


No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado; sean avergonzados los impíos, guarden silencio en el sepulcro.


Y dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases.


Muestra tus maravillosas misericordias, tú que con tu diestra salvas a los que en ti confían de los que se levantan contra ellos.


Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.


Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម