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Salmos 16:10 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pues tú no dejarás mi alma entre los muertos ni permitirás que tu santo se pudra en la tumba.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Me enseñarás la senda de la vida, gozos y plenitud en tu presencia, delicias para siempre a tu derecha.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Tú, cierto, no abandonas mi vida al seol, no dejas a tu amado ver la fosa.

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Salmos 16:10
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero Dios redimirá mi alma del poder de la sepultura, porque Él me recibirá. (Selah)


y el que vivo, y estuve muerto; y he aquí que vivo para siempre, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del infierno.


Y el mar dio los muertos que estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.


Y en el infierno alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a Abraham de lejos, y a Lázaro en su seno.


Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado el Hijo de Dios.


El infierno abajo se estremeció de ti, al recibirte en tu venida; te despertó a los muertos, aun a todos los príncipes de la tierra; hizo levantar de sus tronos a todos los reyes de las naciones.


Porque fuego se ha encendido en mi furor, y arderá hasta el más profundo infierno; y devorará la tierra y sus frutos, e incendiará los fundamentos de las montañas.


Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, se levantará en incorrupción;


Todos los días que se consagrare a Jehová, no entrará a persona muerta.


Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros tatuaje alguno: Yo soy Jehová.


diciendo: Déjanos, ¿qué tenemos contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.


Aunque caven hasta el infierno, de allá los tomará mi mano; y si subieren hasta el cielo, de allá los haré descender.


Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia eterna, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.


Por tanto, se ensanchó el infierno, y sin medida extendió su boca; y allá descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su ostentación y el que en ello se regocijaba.


El infierno y la perdición nunca se hartan: Así los ojos del hombre nunca se sacian.


El infierno y la destrucción están delante de Jehová: ¡Cuánto más los corazones de los hijos de los hombres!


Si subiere al cielo, allí estás tú; y si en el infierno hiciere mi lecho, he aquí allí tú estás.


Los malos serán trasladados al infierno, y todas las naciones que se olvidan de Dios.


Es más alta que los cielos: ¿qué harás? Es más profunda que el infierno: ¿cómo la conocerás?


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