Salmos 119:22 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²² Aparta de mí oprobio y menosprecio; porque tus testimonios he guardado.

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Biblia Reina Valera 1960

²² Aparta de mí el oprobio y el menosprecio, Porque tus testimonios he guardado.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²² No permitas que se burlen de mí y me insulten, pues he obedecido tus leyes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²² Ahórrame el desprecio y la vergüenza, pues tus testimonios he guardado.

La Biblia Textual 3a Edicion

²² Aparta de mí el oprobio y el menosprecio, Pues he guardado tus testimonios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²² Ahórrame el oprobio y la deshonra: yo observo tus avisos.

Salmos 119:22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Salmos 119:39

Quita de mí el oprobio que he temido; porque buenos son tus juicios.

Salmos 39:8

Líbrame de todas mis transgresiones; no me pongas por escarnio del insensato.

1 Pedro 2:20

Porque ¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? Pero si haciendo bien sois afligidos, y lo sufrís, esto ciertamente es agradable delante de Dios.

Hebreos 13:13

Salgamos, pues, a Él, fuera del campamento, llevando su vituperio.

Salmos 119:42

Y daré por respuesta al que me injuria, que en tu palabra he confiado.

Salmos 42:10

como con una espada en mis huesos? Mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

Salmos 37:6

Y exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.

Salmos 37:3

Confía en Jehová, y haz el bien; y vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.

Job 16:20

Mis amigos me escarnecen; mis ojos derramarán lágrimas ante Dios.

1 Samuel 25:39

Y cuando David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová que juzgó la causa de mi afrenta recibida de la mano de Nabal, y ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha tornado la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar a Abigail, para tomarla por su esposa.

1 Samuel 25:10

Y Nabal respondió a los jóvenes de David, y dijo: ¿Quién es David? ¿Y quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores.