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Salmos 105:15 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.

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កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

15 No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 «No toquen a mi pueblo elegido ni hagan daño a mis profetas».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 No toquen a los que me he consagrado, a mis profetas no les hagan daño.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 No toquéis a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 '¡No toquéis a mis ungidos, no hagáis daño a mis profetas!'.

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Salmos 105:15
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque así dice Jehová de los ejércitos: Después de la gloria Él me ha enviado a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.


Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su esposa, de cierto morirá.


Ahora, pues, devuélvele su esposa a este hombre; porque él es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si tú no la devolvieres, sabe que de cierto morirás, con todo lo que fuere tuyo.


Pero la unción que vosotros habéis recibido de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que alguien os enseñe; sino que como la unción misma os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, y así como os ha enseñado, vosotros permaneceréis en Él.


Y a Jehú, hijo de Nimsi, ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.


Y le dijo David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para matar al ungido de Jehová?


Y sucedió que cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de Betel, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Agárrenlo! Mas la mano que había extendido contra él, se le secó, de manera que no pudo volverla hacia sí.


Contó luego Amán a Zeres su esposa, y a todos sus amigos, todo lo que le había acontecido; y le dijeron sus sabios, y Zeres su esposa: Si Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, es de la simiente de los judíos, no lo vencerás; antes caerás por cierto delante de él.


Antes mandó el rey a Jerameel, hijo de Amelec, y a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, que prendiesen a Baruc el escriba y al profeta Jeremías; pero Jehová los escondió.


Tómalo, y mira por él, y no le hagas mal alguno; sino que harás con él como él te dijere.


Y Jehová poseerá a Judá, su porción en la tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén.


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