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Salmos 1:6 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Pues el Señor cuida el sendero de los justos, pero la senda de los malos lleva a la destrucción.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Porque YHVH conoce° el camino de los justos, Pero la senda de los malos conduce a la perdición.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 pues conoce el Señor el camino del justo, mientras va a la perdición la senda del impío.

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Salmos 1:6
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Mas el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.


Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.


Abominación es a Jehová el camino del impío; mas Él ama al que sigue la justicia.


Bueno es Jehová, es fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en Él confían.


Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sustenta; y el camino de los impíos trastorna.


Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;


Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.


Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición y muchos son los que entran por ella.


Mas Él conoce el camino donde voy; me probará, y saldré como oro.


Cuando mi espíritu se agobiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.


Pero estos, como bestias brutas naturales, hechas para ser tomadas y destruidas, hablan mal de cosas que no entienden, y perecerán totalmente en su propia corrupción,


Lo verá el impío y se irritará; rechinará los dientes y se consumirá; el deseo del impío perecerá.


Oh enemigo, se han acabado para siempre los asolamientos, y las ciudades que derribaste; su memoria pereció con ellas.


Él guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie prevalecerá por su propia fuerza.


Miré a mi mano derecha, y observé; mas no había quien me conociese; no tuve refugio, nadie se interesó por mi alma.


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