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Rut 3:7 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y cuando Boaz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón de grano. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Después de que Booz terminó de comer y de beber y estuvo de buen ánimo, se acostó al otro extremo del montón de grano y se durmió. Entonces Rut se acercó sin hacer ruido, le destapó los pies y se acostó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Booz, después de una cena bien regada, se fue a acostar muy alegre junto a la parva. Ella, por su parte, caminando despacito, destapó sus pies y se acostó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y cuando Booz hubo comido y bebido, y estuvo alegre su corazón, fue a acostarse a un lado del montón. Entonces ella se acercó calladamente, y alzando la cubierta de sus pies, se acostó allí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Booz comió y bebió y se alegró su corazón. Después fue a acostarse al extremo del montón de cebada. Entonces llegó ella sigilosamente, le descubrió un poco por los pies y se acostó.

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Rut 3:7
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El séptimo día, estando el corazón del rey alegre del vino, mandó a Mehumán, y a Bizta, y a Harbona, y a Bigta, y a Abagta, y a Zetar, y a Carcas, siete eunucos que servían delante del rey Asuero,


Y se sentaron ellos dos juntos, y comieron y bebieron. Y el padre de la joven dijo al varón: Te ruego que quieras pasar aquí la noche, y se alegrará tu corazón.


Y Absalón había dado orden a sus criados, diciendo: Mirad; cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo os diga: Herid a Amnón, entonces matadle, no temáis; ¿No os lo he mandado yo? Esforzaos, pues, y sed valientes.


Se levantó luego el varón para irse, él, y su concubina, y su criado. Entonces su suegro, el padre de la joven, le dijo: He aquí el día declina para ponerse el sol, te ruego que pases aquí la noche; he aquí que el día se acaba, duerme aquí, para que se alegre tu corazón; y mañana os levantaréis temprano a vuestro camino, y te irás a tu casa.


Por el placer se hace el banquete, y el vino alegra a los vivos; y el dinero responde a todo.


Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios.


Por tanto, alabé yo la alegría; porque no hay nada mejor para el hombre debajo del sol, que comer y beber y alegrarse; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le concede debajo del sol.


No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.


Y el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace lucir el rostro, y el pan que sustenta el corazón del hombre.


Si pues coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.


Y su esposa Jezabel le dijo: ¿Reinas tú ahora sobre Israel? Levántate, y come pan, y alégrate; yo te daré la viña de Nabot de Jezreel.


Y cuando estaban gozosos, he aquí, que los hombres de aquella ciudad, hombres hijos de Belial, rodearon la casa, golpeando las puertas, y diciendo al hombre viejo dueño de la casa: Saca al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos.


Y aconteció que, alegrándose el corazón de ellos, dijeron: Llamad a Sansón, para que divierta delante de nosotros. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y servía de juguete delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas.


Y él tomó viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron y se alegraron con él.


Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; mas sed llenos del Espíritu;


Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado.


Y aconteció, que a la media noche se estremeció aquel hombre, y palpó; y he aquí, la mujer que estaba acostada a sus pies.


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