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Romanos 9:8 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos de la promesa son contados por simiente.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Eso significa que no todos los descendientes naturales de Abraham son necesariamente hijos de Dios. Solo los hijos de la promesa son considerados hijos de Abraham;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 O sea, que no basta ser hijo suyo según la carne para ser hijo de Dios; la verdadera descendencia de Abrahán son los hijos que le han nacido a raíz de la promesa de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Es decir, no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios, sino que los hijos de la promesa son considerados como descendencia.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Es decir, no por ser los hijos del linaje son hijos de Dios, sino que los que cuentan como descendencia son los hijos según la promesa.

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Romanos 9:8
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los cuales son engendrados, no de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.


Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.


Jehová contará cuando Él inscriba a los pueblos: Este nació allí. (Selah)


Una simiente le servirá. Esto será contado del Señor por una generación.


¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio?


Vosotros sois los hijos de Jehová vuestro Dios; no os sajaréis, ni haréis calva entre vuestros ojos por los muertos.


y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.


El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.


Porque el anhelo ardiente de las criaturas espera la manifestación de los hijos de Dios.


Por fe también Sara misma, recibió fuerza para concebir simiente; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó ser fiel el que lo había prometido.


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