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Romanos 2:4 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia y longanimidad, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?

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Biblia Reina Valera 1960

4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 ¿No te das cuenta de lo bondadoso, tolerante y paciente que es Dios contigo? ¿Acaso eso no significa nada para ti? ¿No ves que la bondad de Dios es para guiarte a que te arrepientas y abandones tu pecado?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Esto sería aprovecharte de Dios y de su inmensa bondad, paciencia y comprensión, y no ver que esa bondad te quiere llevar a la conversión.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 ¿O menosprecias la riqueza de su benignidad, de su tolerancia° y de su longanimidad, ignorando que la benignidad de Dios te guía al arrepentimiento?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 ¿O es que menosprecias la riqueza de su bondad y de su paciencia y de su comprensión, al no reconocer que esta bondad de Dios intenta llevarte a la conversión?

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Romanos 2:4
51 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.


Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, por eso Él será exaltado para tener misericordia de vosotros; porque Jehová es Dios de justicia; bienaventurados todos los que en Él esperan.


Y Jehová pasó por delante de él, y proclamó: Jehová, Jehová Dios, misericordioso y piadoso; lento para la ira y grande en benignidad y verdad;


alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos;


para mostrar en las edades venideras las abundantes riquezas de su gracia, en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.


en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados, según las riquezas de su gracia,


a quien Dios ha puesto en propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia por la remisión de los pecados pasados, en la paciencia de Dios,


Mas tú, oh Señor, eres Dios misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en misericordia y verdad;


Y considerad la paciencia de nuestro Señor por salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,


¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!


Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente en los que cayeron; mas la bondad para contigo, si permaneciereis en su bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.


Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan.


Pero Él, lleno de compasión, perdonaba su iniquidad y no los destruía; muchas veces apartó su ira, y no despertó todo su enojo.


Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,


Y por cuanto la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, el corazón de los hijos de los hombres está entregado en ellos para hacer el mal.


sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,


los cuales en tiempo pasado fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca; en la cual pocas, es decir, ocho almas fueron salvadas por agua.


A los ricos de este mundo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios vivo, quien nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.


Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.


Dice en su corazón: Dios se ha olvidado, ha escondido su rostro; nunca lo verá.


He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.


Mas por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero, toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en Él para vida eterna.


a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.


¿Qué, pues? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡En ninguna manera!


¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?


¡Cuán numerosas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría: La tierra está llena de tus beneficios.


para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de la plena seguridad del entendimiento; a fin de conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo,


para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;


A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me es dada esta gracia de predicar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo;


Porque no hay diferencia entre judío y griego; porque el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan.


Para que te acuerdes, y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu vergüenza, cuando yo hiciere expiación por todo lo que has hecho, dice el Señor Jehová.


¿Y vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa que es llamada por mi nombre, y diréis: Somos libres para hacer todas estas abominaciones?


Jehová es lento para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, y en ninguna manera tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación.


Y oró a Jehová, y dijo: Te ruego, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis; porque yo sabía que tú eres Dios clemente y piadoso, lento para la ira y grande en misericordia, y que te arrepientes del mal.


Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.


¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado para los que en ti confían delante de los hijos de los hombres!


Y les daré un solo corazón, y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de su carne, y les daré corazón de carne;


que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.


Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.


Y le he dado tiempo para que se arrepienta de su fornicación; y no se ha arrepentido.


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