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Romanos 2:29 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

29 sino que es judío el que lo es en el interior; y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; cuya alabanza no es de los hombres, sino de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 No, un verdadero judío es aquel que tiene el corazón recto a los ojos de Dios. La verdadera circuncisión no consiste meramente en obedecer la letra de la ley, sino que es un cambio en el corazón, producido por el Espíritu. Y una persona con un corazón transformado busca la aprobación de Dios, no la de la gente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Ser judío es una realidad íntima, y la circuncisión debe ser la del corazón, obra espiritual y no cuestión de leyes escritas. No es algo que puedan valorar los hombres, sino sólo Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón,° por el Espíritu, no por la letra; cuya aprobación no proviene de hombres, sino de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Es verdadero judío quien lo es interiormente, y es verdadera circuncisión la del corazón, hecha según el Espíritu, no según la letra. Este judío es el que recibe alabanza, no de los hombres, sino de Dios.

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Romanos 2:29
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y Jehová tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.


Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu adoramos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.


Circuncidad pues el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.


Circuncidaos para Jehová, y quitad los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.


sino según fuimos aprobados por Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones.


sino el del hombre interior, el del corazón, en incorruptible adorno de un espíritu humilde y apacible, lo cual es de grande estima delante de Dios.


Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también traerá a luz lo encubierto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza.


Porque no el que se alaba a sí mismo, es aprobado; sino el que el Señor alaba.


pero ahora somos libres de la ley, habiendo muerto a lo que nos tenía sujetos, para que sirvamos en novedad de espíritu, y no en lo antiguo de la letra.


Así que el que es incircunciso por naturaleza, si cumple la ley, ¿no te juzgará a ti que con la letra y la circuncisión eres transgresor de la ley?


el cual también nos ha hecho ministros suficientes del nuevo testamento; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.


Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.


¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que sólo de Dios viene?


Y el Señor le dijo: Ahora, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera de la copa y del plato; pero por dentro estáis llenos de rapiña y de maldad.


Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo permanecerán en medio de ti los pensamientos vanos?


Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, que aquí se ha hallado ahora, ha dado para ti espontáneamente.


Porque el reino de Dios no es comida ni bebida; sino justicia, y paz, y gozo en el Espíritu Santo.


Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo he rechazado; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; porque el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.


Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; pues también el Padre tales adoradores busca que le adoren.


ni dirán: Mirad aquí, o mirad allí; porque he aquí, el reino de Dios entre vosotros está.


Toda gloriosa en su interior es la hija del Rey; de brocado de oro es su vestido.


He aquí que vienen días, dice Jehová, en que castigaré a todo circuncidado, y a todo incircunciso:


¿Qué ventaja, pues, tiene el judío? ¿O de qué aprovecha la circuncisión?


La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.


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