Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Romanos 16:18 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Porque los tales, no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres; y con palabras suaves y lisonjas engañan los corazones de los simples.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

18 Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Tales personas no sirven a Cristo nuestro Señor; sirven a sus propios intereses. Con palabras suaves y halagos, engañan a la gente inocente;

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Esas personas no sirven a Cristo, nuestro Señor, sino a sus propios estómagos, engañando a los ingenuos con palabras bonitas y piadosas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

18 Porque los tales no sirven al Mesías nuestro Señor, sino a su propio vientre, y con palabras suaves y lisonjas seducen los corazones de los ingenuos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Esos tales no sirven a Cristo, Señor nuestro, sino a sus propios bajos apetitos y, con su modo de hablar lisonjero y adulador, seducen el corazón de los sencillos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Romanos 16:18
54 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y esto digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.


cuyo fin será destrucción, cuyo dios es su vientre, y cuya gloria es su vergüenza, que sólo piensan en lo terrenal.


Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.


disputas perversas de hombres de mente corrompida, y privados de la verdad, que suponen que la piedad es ganancia; apártate de los tales.


Así dice Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, que muerden con sus dientes, y claman: Paz, y contra el que no les da de comer, declaran guerra.


y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas, sobre los cuales la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme.


Estos son murmuradores, querellosos, andando según sus concupiscencias; y su boca habla palabras infladas, adulando a las personas para sacar provecho.


y con todo engaño de iniquidad en los que perecen; por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.


Estos son manchas en vuestros ágapes, que banquetean con vosotros, apacentándose a sí mismos sin temor; son nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;


Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.


Qué, ¿persuado yo ahora a los hombres, o a Dios? ¿Acaso busco agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.


Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas; y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuese posible, aun a los escogidos.


El hombre prudente ve el mal, y se esconde; mas los simples pasan, y reciben el daño.


sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia; porque a Cristo el Señor servís.


antes bien hemos renunciado a lo oculto y deshonesto, no andando con astucia, ni usando la palabra de Dios con engaño; sino que por la manifestación de la verdad, nos recomendamos a la conciencia de todo hombre delante de Dios.


Porque no somos como muchos que adulteran la palabra de Dios; antes con sinceridad, como de parte de Dios, delante de Dios hablamos en Cristo.


Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos. Así que me gozo de vosotros; mas quiero que seáis sabios para el bien, y simples para el mal.


Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre le honrará.


Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos,


Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno, y amará al otro; o apreciará al uno, y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.


¿Y habéis de profanarme entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, matando las almas que no mueren, y dando vida a las almas que no vivirán, mintiendo a mi pueblo que escucha la mentira?


los profetas de Israel que profetizan a Jerusalén, y ven para ella visión de paz, no habiendo paz, dice el Señor Jehová.


Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la imaginación de su corazón, dijeron: No vendrá mal sobre vosotros.


El simple cree a toda palabra; mas el prudente mira bien sus pasos.


Oh simples, entended sabiduría; y vosotros, necios, sed de corazón entendido.


El principio de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.


La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.


Entonces el rey de Israel juntó cuatrocientos profetas, y les dijo: ¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o me estaré yo quieto? Y ellos dijeron: Sube, porque Dios los entregará en mano del rey.


¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis presentes, que yo mandé ofrecer en mi tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo mejor de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?


La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben acontecer pronto; y la declaró enviándola por su ángel a Juan su siervo,


Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios el Padre, y preservados en Jesucristo:


Jacobo, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están esparcidas, salud.


Mas temo que en alguna manera, como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así sean corrompidas vuestras mentes, de la simplicidad que es en Cristo.


¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no recibo contentamiento en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.


Y de esta manera hacía con todo Israel que venía al rey para juicio; y así robaba Absalón el corazón de los hombres de Israel.


Mentira habla cada uno con su prójimo; hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.


Y en su caer serán ayudados de pequeño socorro; y muchos se unirán a ellos con lisonjas.


Porque el que en estas cosas sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម