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Romanos 10:15 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, que predican el evangelio de los bienes!

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Biblia Reina Valera 1960

15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 ¿Y cómo irá alguien a contarles sin ser enviado? Por eso, las Escrituras dicen: «¡Qué hermosos son los pies de los mensajeros que traen buenas noticias!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Y ¿cómo lo proclamarán si no son enviados? Como dice la Escritura: Qué bueno es ver los pasos de los que traen buenas noticias.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que proclaman buenas nuevas!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 ? ¿Y cómo podrán proclamarlo, sin haber sido enviados? Como está escrito: ¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian cosas buenas!

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Romanos 10:15
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Cuán hermosos son sobre las montañas los pies del que trae buenas nuevas, del que publica la paz, del que trae buenas nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: Tu Dios reina!


He aquí sobre las montañas los pies del que trae buenas nuevas, del que pregona la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más pasará por ti el malvado; pereció del todo.


Y vino, y predicó la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;


El Espíritu del Señor Jehová está sobre mí, porque me ha ungido Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;


y calzados vuestros pies con el apresto del evangelio de paz.


Súbete a la montaña alta, oh Sión, tú que traes buenas nuevas; levanta fuertemente tu voz, oh Jerusalén, tú que traes buenas nuevas; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡He aquí vuestro Dios!


A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me es dada esta gracia de predicar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo;


He aquí, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, dice Jehová y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y sus lisonjas, y yo no los envié, ni les mandé; por tanto, no son de provecho a este pueblo, dice Jehová.


A los cuales fue revelado, que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales desean mirar los ángeles.


Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros: Como me envió el Padre, así también yo os envío.


Y me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles.


Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros temen a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salvación.


Y le dijo el Señor: Ve; porque instrumento escogido me es este, para que lleve mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;


Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de su faz, a toda ciudad y lugar a donde Él había de venir.


Y aconteció después, que caminaba Él por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con Él,


Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.


Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:


Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.


Yo creo el fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al que está cerca, dice Jehová; y yo lo sanaré.


La palabra que Dios envió a los hijos de Israel, predicando la paz por Jesucristo; Éste es Señor de todos.


Así que, en cuanto a mí, presto estoy a predicar el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.


Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo fuese ya nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno,


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