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Proverbios 29:25 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

25 El temor del hombre trae lazo; pero el que confía en Jehová estará a salvo.

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Biblia Reina Valera 1960

25 El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Temer a la gente es una trampa peligrosa, pero confiar en el Señor significa seguridad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Es una trampa temblar ante los hombres: el que confía en Yavé está seguro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 El que teme a los hombres caerá en el lazo, Pero el que confía en YHVH es inaccesible.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 El temor a los hombres es una trampa; quien confía en Yahveh vive seguro.

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Proverbios 29:25
38 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.


Y yo os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.


Torre fuerte es el nombre de Jehová; a Él correrá el justo, y estará a salvo.


Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.


El entendido en la palabra, hallará el bien; y el que confía en Jehová, es bienaventurado.


Toda palabra de Dios es pura: Él es escudo a los que en Él confían.


Cántico gradual Los que confían en Jehová son como el monte de Sión que no se mueve; sino que permanece para siempre.


quienes por Él creéis en Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.


Y fueron ayudados contra ellos, y los agarenos se dieron en sus manos, y todos los que con ellos estaban; porque clamaron a Dios en la guerra, y les fue favorable, porque confiaron en Él.


Esto dijeron sus padres porque tenían miedo de los judíos; porque los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Él era el Cristo, debía ser expulsado de la sinagoga.


Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios por maestro; pues nadie puede hacer los milagros que tú haces, si no está Dios con él.


Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a Aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.


Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Cierto no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi esposa.


¿Y de quién te asustaste o temiste, que has faltado a la fe y no te has acordado de mí, ni lo pusiste en tu corazón? ¿No he guardado silencio desde tiempos antiguos, y nunca me has temido?


Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su esposa; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi esposa; pues se dijo: Los hombres del lugar me matarán por causa de Rebeca; pues ella era de hermoso aspecto.


Y dijo Abraham de Sara su esposa: Mi hermana es. Y Abimelec, rey de Gerar, envió y tomó a Sara.


Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso. Y Daniel fue sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque creyó en su Dios.


Bueno es que tomes esto, y también de esto otro no apartes tu mano; porque el que teme a Dios, saldrá con todo.


El altivo de ánimo suscita contiendas; mas el que confía en Jehová será prosperado.


Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; porque he transgredido el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos.


Entonces vinieron los discípulos, y le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?


Pero yo estoy afligido y quebrantado, tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.


Y viendo esto, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que es en Judá, y dejó allí a su criado.


Ni hombre ni mujer dejaba David con vida, que viniese a Gat, diciendo: Porque no den aviso de nosotros, diciendo: Esto hizo David. Y esta era su costumbre todo el tiempo que moró en tierra de los filisteos.


Y dijo David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; por tanto, nada me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl se deje de mí, y no me ande buscando más por todos los términos de Israel, y así me escaparé de sus manos.


Entonces Nabucodonosor habló y dijo: Bendito el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su Ángel, y libró sus siervos que esperaron en Él, y el mandamiento del rey mudaron, y entregaron sus cuerpos antes que servir o adorar a otro dios que su Dios.


No hagáis acepción de personas en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis: No tendréis temor del hombre, porque el juicio es de Dios. Y el caso que os fuere difícil, lo traeréis a mí, y yo lo oiré.


El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.


Sostenme, y estaré seguro; y me deleitaré siempre en tus estatutos.


Y él le dijo: Si me ataren fuertemente con cuerdas nuevas, con las cuales ninguna cosa se haya hecho, yo me debilitaré, y seré como cualquiera de los hombres.


Y cambió su proceder delante de ellos, y se fingió loco entre sus manos, y escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr su saliva por su barba.


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