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Proverbios 12:23 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 El hombre prudente oculta su conocimiento; mas el corazón de los necios publica su necedad.

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Biblia Reina Valera 1960

23 El hombre cuerdo encubre su saber; Mas el corazón de los necios publica la necedad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Los sabios no hacen alarde de sus conocimientos, pero los necios hacen pública su necedad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 El hombre prudente no dice todo lo que sabe, los tontos se dan prisa en manifestar sus estupideces.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 El hombre prudente encubre su conocimiento, Pero el corazón de los necios hace pública su necedad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 El hombre prudente oculta su ciencia, el corazón de los necios pregona su necedad.

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Proverbios 12:23
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Todo hombre prudente se conduce con sabiduría; mas el necio manifestará su necedad.


El que anda en chismes, descubre el secreto, mas el de espíritu fiel cubre el asunto.


Los sabios atesoran sabiduría: Mas la boca del necio es calamidad cercana.


La lengua de los sabios usa bien el conocimiento; pero la boca de los necios esparce la necedad.


En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente.


Y aun mientras va el necio por el camino, le falta la cordura, y va diciendo a todos que es necio.


El necio no se deleita en el entendimiento, sino en que su corazón se descubra.


El necio da rienda suelta a toda su ira; mas el sabio al fin la sosiega.


Y Saúl respondió a su tío: Nos declaró expresamente que las asnas habían sido halladas. Mas del asunto del reino, de que Samuel le había hablado, no le descubrió nada.


me levanté de noche, yo y unos cuantos varones conmigo, y no declaré a hombre alguno lo que Dios había puesto en mi corazón que hiciese en Jerusalén; ni había bestia conmigo, excepto la cabalgadura en que cabalgaba.


Y no sabían los magistrados a dónde yo había ido, ni qué había hecho; ni hasta entonces lo había yo declarado a los judíos y sacerdotes, ni a los nobles y magistrados, ni a los demás que hacían la obra.


En el corazón del prudente reposa la sabiduría; mas lo que está entre los necios, se da a conocer.


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