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Nehemías 13:22 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Y dije a los levitas que se purificasen, y viniesen a guardar las puertas, para santificar el día del sábado. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la muchedumbre de tu misericordia.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Y dije a los levitas que se purificasen y viniesen a guardar las puertas, para santificar el día del reposo. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la grandeza de tu misericordia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Luego ordené a los levitas que se purificaran y vigilaran las puertas para preservar la santidad del día de descanso. ¡Recuerda también esta buena obra, oh Dios mío! Ten compasión de mí conforme a tu grande e inagotable amor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 También ordené a los levitas que se purificaran y que custodiaran las puertas para que se respetara el día sábado. ¡Por todo eso acuérdate tambiém de mí, Dios mío. Ten piedad de mí según tu gran misericordia!

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Por otra parte, ordené a los levitas que se purificaran y acudieran a guardar las puertas para santificar el día del shabbat. ¡Acuérdate de mí también por esto, oh Dios mío, y considérame conforme a la inmensidad de tu misericordia!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Ordené asimismo a los levitas que se purificasen y viniesen a vigilar las puertas para santificar el día del sábado. ¡También por esto, oh Dios mío, acuérdate de mí, y ten piedad de mí según tu gran misericordia!

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Nehemías 13:22
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y se purificaron los sacerdotes y los levitas; y purificaron al pueblo, y las puertas, y el muro.


Acuérdate de mí, oh Dios, en orden a esto, y no borres mis misericordias que hice en la casa de mi Dios, y en el servicio en ella.


Y para la ofrenda de la leña en los tiempos señalados, y para las primicias. Acuérdate de mí, Dios mío, para bien.


Y reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jehová, pues no serán avergonzados los que en mí esperan.


Y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con corazón perfecto, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro.


Espere Israel a Jehová; porque en Jehová hay misericordia, y en Él hay abundante redención.


Al Músico principal: Salmo de David, cuando después que entró a Betsabé, vino a él Natán el profeta Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tus bondades; conforme a la multitud de tus misericordias borra mis transgresiones.


Pero en cuanto a mí, por la multitud de tu misericordia entraré en tu casa; y en tu temor adoraré hacia tu santo templo.


Y Jesúa engendró a Joiacim, y Joiacim engendró a Eliasib y Eliasib engendró a Joiada,


Acuérdate de mí Dios mío, para bien, conforme a todo lo que he hecho por este pueblo.


Además, el rey Ezequías y los príncipes ordenaron a los levitas que cantaran alabanzas a Jehová con las palabras de David y del vidente Asaf. Y cantaron alabanzas con alegría, e inclinaron sus cabezas y adoraron.


Entonces Ezequías mandó sacrificar el holocausto en el altar; y al tiempo que comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de Jehová, con las trompetas y los instrumentos de David, rey de Israel.


Y los sacerdotes los mataron, e hicieron reconciliación con su sangre sobre el altar, para hacer expiación por todo Israel; porque el rey mandó que se hiciera el holocausto y la ofrenda por el pecado por todo Israel.


Y el rey ordenó a Hilcías, el sumo sacerdote, y a los sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacaran del templo de Jehová todos los vasos que se habían hecho para Baal, para Asera, y para todo el ejército del cielo; y los quemó fuera de Jerusalén en los campos de Cedrón, e hizo llevar las cenizas de ellos a Betel.


Guarda el día sábado para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.


Porque esta es nuestra gloria; el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y más abundantemente con vosotros.


Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.


Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con corazón perfecto, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.


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