10 Entendí asimismo que las porciones de los levitas no les habían sido dadas; y que los levitas y cantores que hacían el servicio habían huido, cada uno a su heredad.
10 Encontré asimismo que las porciones para los levitas no les habían sido dadas, y que los levitas y cantores que hacían el servicio habían huido cada uno a su heredad.
10 También descubrí que no se les había entregado a los levitas las porciones de comida que les correspondían, de manera que todos ellos y los cantores que debían dirigir los servicios de adoración habían regresado a trabajar en los campos.
10 Supe también que ya no se recaudaban las partes de los levitas y que éstos y los cantores encargados del servicio se habían vuelto cada cual a su campo.
10 Advertí también que a los levitas no les habían sido dadas sus porciones, de manera que los levitas y los cantores, en vez de cumplir sus tareas, habían huido cada uno a su campo.
10 Supe también que no se les habían entregado a los levitas las porciones debidas y que, por tanto, los levitas y cantores encargados del servicio se habían desbandado cada uno a su campo.
Que traeríamos también las primicias de nuestras masas, y nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, del vino y del aceite, a los sacerdotes, a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra a los levitas; y que los levitas recibirían los diezmos de nuestras labores en todas las ciudades:
Y todo Israel en días de Zorobabel, y en días de Nehemías, daba raciones a los cantores y a los porteros, cada cosa en su día: consagraban asimismo sus porciones a los levitas, y los levitas consagraban parte a los hijos de Aarón.
Manda a los hijos de Israel, que den a los levitas de la posesión de su heredad ciudades en que habiten: También daréis a los levitas ejidos de esas ciudades alrededor de ellas.
Porque los hijos de Israel y los hijos de Leví llevarán la ofrenda del grano, del vino nuevo y del aceite a las cámaras, donde están las vasos del santuario, y los sacerdotes que ministran, y los porteros, y los cantantes: y nosotros no abandonaremos la casa de nuestro Dios.
No me has traído las ovejas de tus holocaustos, ni me has honrado con tus sacrificios. Yo no te hice servir con ofrenda, ni te hice fatigar con incienso.