Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Miqueas 3:2 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 A vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les arrancáis su piel y su carne de sobre sus huesos;

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

2 Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos;

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Sin embargo, ustedes mismos son los que odian lo bueno y aman lo malo. Despellejan vivo a mi pueblo y le arrancan la carne de sus huesos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Ustedes descueran vivos a los de mi pueblo y les arrancan la carne de sus huesos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Vosotros, que aborrecéis el bien y amáis el mal, Que les arrancáis hasta la piel y la carne de sus huesos;

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Mas vosotros sois enemigos del bien y amáis el mal, arrancáis la piel que los recubre y su carne de encima de sus huesos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Miqueas 3:2
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sus príncipes en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancia deshonesta.


Los que abandonan la ley, alaban a los impíos: Mas los que la guardan, contenderán con ellos.


¿No tienen conocimiento todos esos que hacen iniquidad? Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan; a Dios no han invocado.


El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, apegaos a lo bueno.


¿Qué pensáis vosotros que majáis a mi pueblo, y moléis la cara de los pobres? Dice el Señor Jehová de los ejércitos.


Y le salió al encuentro Jehú el vidente, hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues la ira de la presencia de Jehová será sobre ti por ello.


Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo ante los ojos de Jehová.


sin afecto natural, desleales, calumniadores, incontinentes, crueles, aborrecedores de los que son buenos,


quienes conociendo el juicio de Dios, que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que aun consienten a los que las hacen.


Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: No a Éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.


No puede el mundo aborreceros a vosotros, mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.


Pero sus ciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que este reine sobre nosotros.


Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana.


Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, pero no apacentáis las ovejas.


Aquel a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen a Jehová; el que aun jurando en daño suyo, no cambia;


Yo publicaré tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán.


Por tanto, así dice el Señor Jehová: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella, ellos son la carne, y ella es la caldera; mas yo os sacaré a vosotros de en medio de ella.


junta sus piezas de carne en ella; todas buenas piezas, pierna y espalda; llénala de huesos escogidos.


El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; tras las vestiduras quitasteis las capas atrevidamente a los que pasaban, como los que vuelven de la guerra.


Pereció el hombre bueno de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres: todos acechan por sangre; cada uno caza a su hermano con red.


Para completar la maldad con ambas manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman.


¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!


Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en la montaña de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los necesitados, que decís a sus señores: Traed, y beberemos.


Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced juicio en la puerta; quizá Jehová, el Dios de los ejércitos, tendrá piedad del remanente de José.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម