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Mateo 13:39 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

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Biblia Reina Valera 1960

39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

39 El enemigo que sembró la maleza entre el trigo es el diablo. La cosecha es el fin del mundo, y los cosechadores son los ángeles.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

39 El enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

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La Biblia Textual 3a Edicion

39 el enemigo que la sembró es el diablo, y la siega es la consumación del siglo, y los segadores son los ángeles.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

39 el enemigo que la siembra es el diablo; la siega es el final de los tiempos; los segadores son los ángeles.

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Mateo 13:39
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Así será en el fin del mundo; los ángeles vendrán, y apartarán a los malos de entre los justos,


Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con Él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria;


Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended; porque el lagar está lleno, rebosan las lagaretas; porque grande es la maldad de ellos.


Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho los milagros delante de ella, con los cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego ardiendo con azufre.


Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.


Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, llamada Diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.


Y sentándose Él en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?


pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo y se fue.


De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor viene con decenas de millares de sus santos,


Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;


de otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora en la consumación de los siglos, se presentó una sola vez por el sacrificio de sí mismo para quitar el pecado.


en los cuales anduvisteis en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia;


Mas temo que en alguna manera, como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así sean corrompidas vuestras mentes, de la simplicidad que es en Cristo.


Porque no somos como muchos que adulteran la palabra de Dios; antes con sinceridad, como de parte de Dios, delante de Dios hablamos en Cristo.


enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.


Y él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?


Un río de fuego procedía y salía de delante de Él: millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de Él. El Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.


Y a cualquiera que dijere una palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero a cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este mundo, ni en el venidero.


Y el que fue sembrado entre espinos, es el que oye la palabra; pero el afán de este mundo, y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.


Así como la cizaña es recogida y quemada en el fuego; así será en el fin de este mundo.


Y todas estas cosas les acontecieron como ejemplo; y están escritas para amonestarnos a nosotros, sobre quienes los fines de los siglos han venido.


en estos postreros días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todo, por quien asimismo hizo el universo;


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