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Marcos 8:25 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

25 Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio claramente a todos.

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Biblia Reina Valera 1960

25 Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Entonces Jesús puso nuevamente sus manos sobre los ojos del hombre y fueron abiertos. Su vista fue totalmente restaurada y podía ver todo con claridad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Jesús le puso nuevamente las manos en los ojos, y el hombre se encontró con buena vista; se recuperó plenamente y podía ver todo con claridad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Y le puso otra vez las manos sobre sus ojos, entonces él miró fijamente y se restableció, y veía claramente todas las cosas desde lejos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Después impuso otra vez las manos sobre los ojos del ciego, y éste comenzó a ver claro, recobró la vista y distinguía todo perfectamente desde lejos.

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Marcos 8:25
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Mas creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea gloria ahora y para siempre. Amén.


Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.


Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido; para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.


estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.


Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; mas al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.


Y él mirando, dijo: Veo a los hombres como árboles que caminan.


Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.


Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que Él se iba, he aquí dos varones en vestiduras blancas se pusieron junto a ellos;


Este oyó hablar a Pablo; el cual, fijando sus ojos en él, y viendo que tenía fe para ser sanado,


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