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Marcos 11:18 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Y lo oyeron los escribas y los príncipes de los sacerdotes, y buscaban cómo le matarían; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba maravillado de su doctrina.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Cuando los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa oyeron lo que Jesús había hecho, comenzaron a planificar cómo matarlo; pero tenían miedo de Jesús, porque la gente estaba asombrada de su enseñanza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley se enteraron de lo ocurrido y pensaron deshacerse de él; le tenían miedo al ver el impacto que su enseñanza producía sobre el pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y lo oyeron los principales sacerdotes y los escribas, y buscaban cómo acabar con Él, porque le temían, pues todo el pueblo estaba maravillado de su doctrina.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Cuando los pontífices y los escribas se enteraron buscaban la manera de acabar con él; pero le tenían miedo, porque todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza.

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Marcos 11:18
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y fue que, cuando Jesús hubo acabado estas palabras, la gente se maravillaba de su doctrina;


Y procuraban prenderle, porque sabían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían al pueblo, y dejándole se fueron.


Y cuando disertaba acerca de la justicia, la templanza y el juicio venidero, Félix se espantó y respondió: Vete por ahora; cuando tenga un tiempo conveniente te llamaré.


Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!


Y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque entendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo.


Y enseñaba cada día en el templo; pero los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los principales del pueblo procuraban matarle.


Y todos daban testimonio de Él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es Éste el hijo de José?


Y si dijéremos: De los hombres, tememos al pueblo; porque todos tenían a Juan como un verdadero profeta.


porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba; y cuando le oía, él hacía muchas cosas, y le oía de buena gana.


Y saliendo los fariseos, enseguida tomaron consejo con los herodianos contra Él, de cómo le matarían.


Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.


Y cuando los príncipes de los sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron,


Así dice Jehová, el Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de los hombres, al abominado de las naciones, al siervo de los gobernantes: Verán reyes y se levantarán, príncipes también adorarán, a causa de Jehová que es fiel, y del Santo de Israel, el cual te escogerá.


Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te había dicho yo que ninguna cosa buena profetizaría él acerca de mí, sino solamente mal?


Y el rey de Israel respondió a Josafat: Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías, hijo de Imla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josafat dijo: No hable el rey así.


Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo ante los ojos de Jehová.


Y todos los que le oían, se admiraban de su inteligencia, y de sus respuestas.


Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle.


¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros guarda la ley? ¿Por qué procuráis matarme?


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