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Marcos 1:24 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 diciendo: ¡Déjanos! ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

24 diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 «¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 ¿Qué quieres con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé que tú eres el Santo de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo,° Jesús nazareno? ¿Viniste a destruirnos? ¡Sé quién eres: el Santo de Dios!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 '¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Yo sé bien quién eres: ¡el Santo de Dios!'.

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Marcos 1:24
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y he aquí, clamaron diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?


Tú crees que hay un Dios; bien haces; también los demonios creen y tiemblan.


diciendo: Déjanos, ¿qué tenemos contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.


Mas vosotros al Santo y al Justo negasteis, y pedisteis que se os diese un hombre homicida;


Y escribe al ángel de la iglesia en FILADELFIA: El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre, dice estas cosas:


Porque no dejarás mi alma en el infierno, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.


Este, cuando vio a Jesús, dio voces, y postrándose delante de Él, dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.


Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tengo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.


Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.


Y nosotros creemos, y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.


Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado el Hijo de Dios.


Pues hemos hallado que este hombre es pestilencial, y levantador de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos.


Pues verdaderamente se juntaron contra tu santo Hijo Jesús, a quien tú ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,


Entonces Él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús Nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;


y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret; para que se cumpliese lo dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.


Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogó que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y Él, subiendo en la barca, se volvió.


¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Que mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir en el desierto.


Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia eterna, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.


Y había en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual dio voces,


Y Jesús le reprendió, diciendo: ¡Enmudece, y sal de él!


Y cuando oyó que era Jesús el Nazareno, comenzó a dar voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!


y cuando vio a Pedro que se calentaba, mirándole, dijo: Y tú también estabas con Jesús el Nazareno.


Y él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús el Nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; he aquí el lugar en donde le pusieron.


Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.


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