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Malaquías 3:16 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Entonces los que temen a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de Él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Entonces los que temían al Señor hablaron entre sí y el Señor escuchó lo que dijeron. En la presencia de él, escribieron un rollo de memorias para registrar los nombres de los que temían al Señor y siempre pensaban en el honor de su nombre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Así hablaban entre sí los que respetan a Yavé. Yavé, que estaba escuchando, lo supo, y mandó en seguida que en un libro se anotaran los nombres de aquellos que lo respetaban y reverenciaban su Nombre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Pero los que temían a YHVH hablaron el uno al otro,° y YHVH escuchó con atención y atendió. Y fue escrito un libro de memoria° delante de Él, a favor de los que temen a YHVH, y de los que honran su Nombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Hablaron también entre sí los que temen a Yahveh y Yahveh escuchó con atención. Se escribió un memorial en su presencia en favor de los que temen a Yahveh y respetan su nombre.

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Malaquías 3:16
64 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.


Mis andanzas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma: ¿No están ellas en tu libro?


Mas para vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.


¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán, y adorarán delante de ti, porque tus juicios se han manifestado.


y considerémonos unos a otros para provocarnos al amor y a las buenas obras;


Por lo cual, consolaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.


Y vendré a vosotros a juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y contra los que privan de su derecho al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.


Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, y Galilea, y Samaria, y eran edificadas, andando en el temor del Señor; y en el consuelo del Espíritu Santo se multiplicaban.


Tú guardarás en perfecta paz, a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.


piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo y oraba a Dios siempre.


y le dijo Jehová: Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella.


Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.


hablando entre vosotros con salmos, e himnos, y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones.


Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, y Juan y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón Zelotes, y Judas hermano de Jacobo.


Un río de fuego procedía y salía de delante de Él: millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de Él. El Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.


Y esta, viniendo en la misma hora, también daba gracias al Señor, y hablaba de Él a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.


Aquella noche se le fue el sueño al rey, y pidió que le trajesen el libro de las memorias y las crónicas; y las leyeron delante del rey.


Y cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes en un mismo lugar.


He aquí que está escrito delante de mí; no callaré, sino que recompensaré, y daré el pago en su seno,


¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y obedece la voz de su siervo, que anda en tinieblas y carece de luz? Confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.


También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma.


El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios, será destruido.


Se complace Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia.


Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.


Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos.


El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra sus mandamientos: Su loor permanece para siempre.


En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.


Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que Él ha hecho a mi alma.


He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia;


Algunos confían en carros, y otros en caballos; pero nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.


sino a los santos que están en la tierra, y a los íntegros, en quienes está toda mi complacencia.


El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; Dios no está en ninguno de sus pensamientos.


Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, el entendimiento.


Se hizo entonces indagación del asunto, y fue hallado cierto; por lo que ambos fueron colgados en una horca. Y fue escrito en el libro de las crónicas, en presencia del rey.


Y David mi padre tuvo en su corazón edificar casa al nombre de Jehová, el Dios de Israel.


Y acontecerá que, luego que yo me haya ido de ti, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa; y cuando yo venga y dé las nuevas a Acab, y él no te halle, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud.


Y aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, después que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor,


Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios; no sea que brotando alguna raíz de amargura, os turbe, y por ella muchos sean contaminados;


antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.


También os exhortamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que confortéis a los de poco ánimo, que soportéis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.


A Jehová cantaré en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva.


Y Acab llamó a Abdías que era el mayordomo de su casa. Y Abdías era en gran manera temeroso de Jehová.


Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ahora sé que temes a Dios, pues que no me rehusaste a tu hijo, tu único;


que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.


Y acontecerá que el que quedare en Sión, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén están escritos entre los vivientes;


Escuché y oí; pero no hablan derecho, no hay hombre que se arrepienta de su mal, y que diga: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su carrera, como caballo que arremete hacia la batalla.


Ciertamente he oído a Efraín lamentarse así: Me azotaste, y castigado fui como novillo indómito. Conviérteme y seré convertido; porque tú eres Jehová mi Dios.


Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta entonces; mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.


Te ruego, oh Señor, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo y a la oración de tus siervos, quienes desean temer tu nombre. Prospera a tu siervo hoy, y concédele hallar misericordia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.


Mis enemigos serán vueltos atrás cuando yo a ti clamare; esto yo lo sé, porque Dios está de mi lado.


Bendecirá a los que temen a Jehová; a chicos y a grandes.


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