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Lucas 5:32 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

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Biblia Reina Valera 1960

32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores y necesitan arrepentirse».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 No he venido para llamar a los buenos, sino para invitar a los pecadores a que se arrepientan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan'.

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Lucas 5:32
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.


Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.


Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentimiento.


Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor,


y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.


Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora demanda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;


El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.


Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para remisión de pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.


testificando a los judíos y a los griegos arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor Jesucristo.


A vosotros primeramente, Dios, habiendo resucitado a su Hijo Jesús, le envió para que os bendijese, al convertirse cada uno de su maldad.


Mirad que no tengáis en poco a uno de estos pequeñitos; porque os digo que sus ángeles en el cielo ven siempre la faz de mi Padre que está en el cielo.


A Éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.


Porque él sabía que los príncipes de los sacerdotes por envidia le habían entregado.


Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es Santo: Yo habito en el lugar alto y santo, y con el que es de espíritu humilde y contrito, para vivificar el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los contritos.


Y había uno que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de motín, que habían cometido homicidio en una insurrección.


Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.


Y oyéndolo, Jesús les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos: No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.


Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.


Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben?


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