Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Lucas 18:13 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que golpeaba su pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

13 »En cambio, el cobrador de impuestos se quedó a la distancia y ni siquiera se atrevía a levantar la mirada al cielo mientras oraba, sino que golpeó su pecho en señal de dolor mientras decía: “Oh Dios, ten compasión de mí, porque soy un pecador”.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: 'Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

13 Pero el publicano, a distancia, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ¡Oh Dios, sé propicio a mí, pecador!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 En cambio, el publicano se quedó a distancia y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Oh Dios! Ten misericordia de mí, que soy pecador'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Lucas 18:13
45 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

y dije: Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti; porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo.


Palabra fiel y digna de ser recibida por todos; que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.


Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado.


Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho.


Porque seré propicio a sus injusticias, y de sus pecados y de sus iniquidades no me acordaré más.


Y al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?


Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.


Mas Dios encarece su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.


Al ver esto Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.


Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.


Por amor a tu nombre, oh Jehová, perdona mi pecado, que es grande.


Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y en ceniza.


Porque he aquí, esto mismo que os contristó según Dios; ¡cuánta solicitud ha obrado en vosotros, y qué defensa, y qué indignación, y qué temor, y qué gran deseo, y qué celo, y aun vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en este asunto.


De los pecados de mi juventud, y de mis transgresiones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Jehová.


Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.


Para que te acuerdes, y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu vergüenza, cuando yo hiciere expiación por todo lo que has hecho, dice el Señor Jehová.


Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta; si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.


Y entrando en una aldea, le vinieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos,


hemos pecado, hemos hecho iniquidad, hemos obrado impíamente, hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus juicios.


Espere Israel a Jehová; porque en Jehová hay misericordia, y en Él hay abundante redención.


VAV. Venga también a mí tu misericordia, oh Jehová; tu salvación, conforme a tu palabra.


Pecamos como nuestros padres, hicimos iniquidad, hicimos impiedad.


Porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista; son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.


Pero nunca se humilló delante de Jehová, como se humilló Manasés su padre; antes bien Amón aumentó el pecado.


Su oración también, y cómo fue oído; todos sus pecados y su prevaricación, los sitios donde edificó lugares altos y puso imágenes de Asera e ídolos antes de humillarse, he aquí, estas cosas están escritas en las palabras de los videntes.


Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.


Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas llegaron a ser, dice Jehová; pero a este hombre miraré; al que es pobre y contrito de espíritu, y que tiembla a mi palabra.


Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres. De cierto os digo: Ya tienen su recompensa.


Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo el hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo,


Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tuviereis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en el cielo os perdone a vosotros vuestras ofensas.


Y Él se apartó de ellos como a un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,


Y todo el pueblo miraba la columna de nube, que estaba a la puerta del tabernáculo, y todo el pueblo se levantaba, cada uno a la puerta de su tienda, y adoraba.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម