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Lucas 12:15 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de la avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Y luego dijo: «¡Tengan cuidado con toda clase de avaricia! La vida no se mide por cuánto tienen».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Después dijo a la gente: 'Eviten con gran cuidado toda clase de codicia, porque aunque uno lo tenga todo, no son sus posesiones las que le dan vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y les dijo: Mirad y guardaos de toda avaricia, porque aunque alguno tenga más que suficiente,° su vida no depende de los bienes que posee.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Entonces les dijo: 'Guardaos muy bien de toda avidez, porque no por estar uno en la abundancia los bienes que posee le garantizan la vida'.

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Lucas 12:15
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sean vuestras costumbres sin avaricia; contentos con lo que tenéis; porque Él dijo: No te dejaré ni te desampararé.


Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación.


¡Cuánto mejor es adquirir sabiduría que el oro! Y el adquirir entendimiento vale más que la plata.


Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, malagradecidos, sin santidad,


Y oían también todas estas cosas los fariseos, los cuales eran avaros, y se burlaban de Él.


Haced morir, pues, vuestros miembros que están en la tierra; fornicación, impureza, pasiones desordenadas, mala concupiscencia y avaricia, que es idolatría;


Y la que cayó entre espinos; estos son los que oyen; mas yéndose, son ahogados de los afanes y las riquezas y los placeres de esta vida, y no llevan fruto a perfección.


No confiéis en la violencia, ni en la rapiña; no os envanezcáis; si se aumentaren las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.


Mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos impíos.


y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas, sobre los cuales la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme.


hurtos, avaricias, maldades, engaños, lascivias, el ojo maligno, blasfemia, soberbia, y la insensatez.


¡Ay del que codicia ganancia deshonesta para su casa, para poner en alto su nido, para ser librado del poder del mal!


Porque el malo se jacta del deseo de su corazón, y bendice al codicioso al cual aborrece Jehová.


Y respondiendo Satanás dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.


Que vi entre el despojo un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos; lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido debajo de tierra en el medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello.


ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.


Y mirad por vosotros mismos, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.


Y codician campos, y los roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.


Porque desde el menor de ellos hasta el mayor de ellos, todos son dados a la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.


El príncipe falto de entendimiento multiplicará los agravios; mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días.


Tienen los ojos llenos de adulterio, y no pueden dejar de pecar. Seducen a las almas inestables, tienen un corazón ejercitado en la codicia; son hijos de maldición.


Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como mi pueblo, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; porque con su boca muestran mucho amor, pero su corazón va en pos de su avaricia.


Y les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho;


Se levantó entonces Simeí, y enalbardó su asno, y fue a Gat, a Aquís, a procurar sus siervos. Fue, pues, Simeí, y trajo a sus siervos de Gat.


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