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Levítico 24:11 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el nombre de Jehová, y maldijo; entonces lo llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el Nombre, y maldijo; entonces lo llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Durante la pelea, el hijo de la madre israelita blasfemó el Nombre del Señor con una maldición. Así que llevaron a este hombre ante Moisés para ser juzgado. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri de la tribu de Dan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 El hijo de la israelita (ella se llamaba Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Gad) blasfemó y maldijo el nombre de Yavé, por lo que lo llevaron ante Moisés.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el Nombre y prorrumpió en maldiciones; y fue llevado a Moisés. (El nombre de la madre de aquél era Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Dan).

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 El hijo de la mujer israelita blasfemó y maldijo el Nombre y lo llevaron a presencia de Moisés. El nombre de su madre era Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Dan.

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Levítico 24:11
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Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos; y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto.


Mas extiende ahora tu mano y toca su hueso y su carne y verás si no te maldice en tu rostro.


No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.


Y juzgaban al pueblo en todo tiempo: el asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño.


Los cuales juzgarán al pueblo en todo tiempo; y será que todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así te será ligera la carga, y ellos la llevarán contigo.


Y además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, este es mi memorial por todas las generaciones.


Y cayó del cielo sobre los hombres un grande granizo como del peso de un talento: y los hombres blasfemaron a Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue muy grande.


y blasfemaron contra el Dios del cielo por causa de sus dolores, y por sus plagas, y no se arrepintieron de sus obras.


habiendo yo sido antes blasfemo, y perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.


Porque el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros, como está escrito.


Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.


Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.


Acuérdate de esto; que el enemigo ha vituperado, oh Jehová, y que el pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.


En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.


Pero extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y te maldecirá en tu cara.


Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.


¿A quién has injuriado y a quién has blasfemado? ¿Y contra quién has alzado tu voz, y has alzado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel.


Así diréis a Ezequías, rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, para decir: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria.


E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así dice Jehová; No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria.


Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, que era mayordomo, y Sebna, el escriba, y Joah, hijo de Asaf, el cronista, vinieron a Ezequías, rasgadas sus vestiduras, y le declararon las palabras del Rabsaces.


¿Qué dios de todos los dioses de estas tierras ha librado su tierra de mi mano, para que Jehová libre de mi mano a Jerusalén?


Y no os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: De cierto nos librará Jehová, y esta ciudad no será entregada en mano del rey de Asiria.


Vinieron entonces dos hombres, hijos de Belial, y se sentaron delante de él; y aquellos hombres de Belial atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo sacaron fuera de la ciudad, y lo apedrearon, y murió.


y poned a dos hombres hijos de Belial delante de él, que atestigüen contra él, y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera.


Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá.


No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.


Y el hijo de una mujer israelita, cuyo padre era egipcio, salió entre los hijos de Israel; y el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron en el campamento.


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