Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Levítico 19:18 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo; mas amarás a tu prójimo como a ti mismo: Yo soy Jehová.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 »No busques vengarte, ni guardes rencor contra tus hermanos israelitas, sino ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 No te vengarás ni guardarás rencor contra tus paisanos, sino que más bien amarás a tu prójimo como a ti mismo, pues Yo soy Yavé.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

18 No te vengarás, ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.° Yo, YHVH.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 No seas vengativo ni rencoroso contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Yahveh.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Levítico 19:18
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque: No cometerás adulterio: No matarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: No codiciarás: Y cualquier otro mandamiento, se resume en esta frase: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.


Porque toda la ley en una palabra se cumple, en esta: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.


Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;


Honra a tu padre y a tu madre; y: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.


Amados, no os venguéis vosotros mismos, antes, dad lugar a la ira; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.


No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.


Mas ahora dejad también vosotros todas estas cosas; ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras sucias de vuestra boca.


Toda amargura, y enojo, e ira, y gritería, y maledicencia, y toda malicia, sea quitada de entre vosotros;


No digas: Yo me vengaré; espera en Jehová, y Él te salvará.


Desechando, pues, toda malicia, y todo engaño, e hipocresía, y envidia, y toda maledicencia,


Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.


Y he aquí, vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?


Porque es ministro de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para ejecutar la ira sobre el que hace lo malo.


Y Absalón había dado orden a sus criados, diciendo: Mirad; cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo os diga: Herid a Amnón, entonces matadle, no temáis; ¿No os lo he mandado yo? Esforzaos, pues, y sed valientes.


Mas Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno, bien que Absalón aborrecía a Amnón, porque había forzado a Tamar su hermana.


De fuera desolará la espada, y dentro de las cámaras el espanto; así al joven como a la virgen, al que es amamantado como al hombre cano.


idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,


No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo.


Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; que como yo os he amado, así también os améis unos a otros.


Y nosotros tenemos este mandamiento de Él: Que el que ama a Dios, ame también a su hermano.


Y dijo Lamec a sus esposas: Ada y Zila, oíd mi voz; esposas de Lamec, escuchad mi dicho: Que a un varón maté por mi herida, y a un joven por mi golpe:


No hablarás falso testimonio contra tu prójimo.


Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que peregrinare entre vosotros; y lo amarás como a ti mismo; porque peregrinos fuisteis en la tierra de Egipto: Yo soy Jehová vuestro Dios.


Mía es la venganza y la paga, a su tiempo su pie vacilará; porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está preparado se apresura.


Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún daño, pues todos estamos aquí.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម