Lamentaciones 3:30 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁰ Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrenta.

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Biblia Reina Valera 1960

³⁰ Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁰ Que vuelvan la otra mejilla a aquellos que los golpean y que acepten los insultos de sus enemigos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁰ que tienda la mejilla al que lo hiere, que se llene de humillaciones.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁰ y Que dé la mejilla al que lo hiere y que se harte de afrentas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁰ Ofrecerá la mejilla al que le hiere, se hartará de oprobios.

Lamentaciones 3:30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Isaías 50:6

Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y esputos.

Job 16:10

Abrieron contra mí su boca; hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos.

Mateo 26:67

Entonces le escupieron en su rostro, y le dieron de puñetazos; y otros le abofeteaban,

Mateo 5:39

Pero yo os digo: No resistáis el mal; antes a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;

2 Corintios 11:20

Porque toleráis si alguno os pone en servidumbre, si alguno os devora, si alguno toma de vosotros, si alguno se ensalza, si alguno os hiere en la cara.

Lucas 6:29

Y al que te hiera en una mejilla, dale también la otra; y al que te quite la capa, no le impidas llevar aun la túnica.

Miqueas 5:1

Reúnete ahora en tropas, oh hija de guerreros; nos han sitiado; con vara herirán en la mejilla al Juez de Israel.

Salmos 123:3

Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros; porque estamos muy hastiados de menosprecio.

Salmos 69:20

La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado; y esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; y consoladores, y ninguno hallé.

Salmos 69:9

Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí.

Job 30:10

Me aborrecen, se alejan de mí, y aun de mi rostro no detienen su saliva.