Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Lamentaciones 1:1 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 ¡Cómo está sentada sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda; La princesa entre las provincias es hecha tributaria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

1 ¡Cómo ha quedado sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, La señora de provincias ha sido hecha tributaria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Jerusalén, antes colmada de gente, ahora está desierta. La que en su día fue grande entre las naciones ahora queda sola como una viuda. La que antes era la reina de toda la tierra ahora es una esclava.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Ay, qué solitaria quedó Jerusalén, la ciudad tan poblada. Como una viuda quedó la grande entre las naciones. La ciudad que dominaba las provincias tiene ahora que pagar impuestos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

1 a ¡Cómo ha quedado solitaria la ciudad populosa! ¡Cómo se convirtió en viuda la grande de las naciones! ¡La princesa de provincias se ha tornado tributaria!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Álef. ¡Ay, cómo se sienta solitaria la ciudad populosa! Es como una viuda la grande entre las naciones. La princesa entre las provincias está sujeta a tributo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Lamentaciones 1:1
38 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sus puertas lamentarán y se enlutarán, y ella, desolada, se sentará en tierra.


y que reyes fuertes hubo en Jerusalén, quienes señorearon en todas las provincias que están más allá del río; y que se les pagaba tributo, impuesto y rentas.


Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el río hasta la tierra de los filisteos y hasta el término de Egipto; y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días de su vida.


No temas, pues no serás avergonzada; y no te avergüences, que no serás afrentada; porque te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.


Esta es la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y no más. ¡Cómo fue en asolamiento, en cama de bestias! Cualquiera que pasare junto a ella silbará, agitará su mano.


Cayó la corona de nuestra cabeza: ¡Ay ahora de nosotros! porque pecamos.


Tú, llena de alborotos, ciudad turbulenta, ciudad alegre; tus muertos no son muertos a espada, ni muertos en guerra.


Y Joacim pagó a Faraón la plata y el oro; e impuso gravamen sobre la tierra para dar el dinero conforme al mandamiento de Faraón, sacando la plata y el oro del pueblo de la tierra, de cada uno según la estimación de su hacienda, para dar a Faraón Necao.


Cuanto ella se ha glorificado, y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto.


Entonces todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, y se quitarán sus mantos, y desnudarán sus ropas bordadas; se vestirán de espanto, se sentarán sobre la tierra, y temblarán a cada momento y estarán ante ti atónitos.


¡Cómo se ha oscurecido el oro! ¡Cómo el buen oro se ha demudado! Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.


Se sentaron en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sión; echaron polvo sobre sus cabezas, se ciñeron de cilicio; las vírgenes de Jerusalén bajaron sus cabezas a tierra.


¡Cómo oscureció el Señor, en su furor, a la hija de Sión! Derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel, y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su ira.


¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo se convirtió Babilonia en desierto entre las naciones!


Y Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir a los caldeos; habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y tendréis bien.


Y convertiré a Jerusalén en un montón de ruinas, en guarida de dragones; y de las ciudades de Judá haré asolamiento, que no quede morador.


¡Cuán hermosos son sobre las montañas los pies del que trae buenas nuevas, del que publica la paz, del que trae buenas nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: Tu Dios reina!


Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suéltate de las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sión.


¡Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.


Y allá subieron las tribus, las tribus de Jehová, conforme al testimonio dado a Israel, para dar gracias al nombre de Jehová.


Y se multiplica su fruto para los reyes que tú has puesto sobre nosotros por causa de nuestro pecado. Y ellos se enseñorean sobre nuestros cuerpos y sobre nuestro ganado, como les place, y estamos en grande angustia.


Y había quienes decían: Hemos pedido dinero prestado para el tributo del rey, aun sobre nuestras tierras y nuestras viñas.


Y Faraón Necao lo encarceló en Ribla en la provincia de Hamat, para que no reinase él en Jerusalén; e impuso sobre la tierra un tributo de cien talentos de plata y un talento de oro.


El Señor Jehová me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás.


Y tuvo señorío sobre todos los reyes desde el río hasta la tierra de los filisteos, y hasta el término de Egipto.


Y dirás en tu corazón: ¿Quién me engendró a estos? Pues yo había sido privada de mis hijos, y estaba desolada, cautiva y errante: Y a estos, ¿quién los crió? He aquí yo había sido dejada sola; y estos, ¿dónde estaban?


Porque así dice Jehová: Cantad con alegría por Jacob, y dad voces de júbilo entre la principal de las naciones; publicad, alabad, y decid: Oh Jehová, salva a tu pueblo, el remanente de Israel.


y dijeron al profeta Jeremías: Sea acepta nuestra súplica delante de ti, y ora por nosotros a Jehová tu Dios, por todo este remanente (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos),


Así dice el Señor Jehová: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella.


y tornaré vuestras ciudades en ruinas, y asolaré vuestros santuarios, y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume.


y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y yermas vuestras ciudades.


Así dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: Vosotros habéis visto todo el mal que traje sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá: y he aquí que ellas están el día de hoy asoladas, y ni hay en ellas morador;


Se derramó, por tanto, mi furor y mi ira, y se encendió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, y fueron destruidas y desoladas, como están hoy.


Llamé a mis amantes, pero ellos me han engañado; Mis sacerdotes y mis ancianos en la ciudad perecieron, cuando buscaban comida para sí con que entretener su vida.


Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro sobre Jerusalén: Ea, bien; destruida está la que era puerta de las naciones; a mí se volvió; yo seré llena; y ella desierta;


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម