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Juan 3:36 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

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Biblia Reina Valera 1960

36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 El que cree en el Hijo vive de vida eterna, pero el que se niega a creer en el Hijo se queda con el Dios que condena: nunca conocerá la vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece° al Hijo, no verá vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rehúsa creer en el Hijo no gozará de vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.'

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Juan 3:36
38 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.


Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.


Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para obtener salvación por nuestro Señor Jesucristo;


Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.


Mucho más ahora, estando ya justificados en su sangre, por Él seremos salvos de la ira.


De cierto, de cierto os digo, si alguno guarda mi palabra, jamás verá muerte.


y yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.


Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo: El que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.


Pero los temerosos e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.


y esperar del cielo a su Hijo, al cual resucitó de los muertos; a Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir.


Ninguno de los varones que subieron de Egipto de veinte años para arriba, verá la tierra por la cual juré a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no fueron fieles en pos de mí;


Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas.


Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.


y toda carne verá la salvación de Dios.


Entrará a la generación de sus padres; nunca mirarán la luz.


Porque contigo está la fuente de la vida: En tu luz veremos la luz.


¿De cuánto mayor castigo pensáis que será digno, el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?


¿cómo escaparemos nosotros, si tuviéremos en poco una salvación tan grande? La cual, habiendo sido publicada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que le oyeron;


He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es recta en él; mas el justo por su fe vivirá.


Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían.


Él librará su alma, para que no pase a la fosa, y su vida mirará la luz.


Porque la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.


porque han visto mis ojos tu salvación,


E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.


El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.


Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna; para que el que siembra como el que siega juntos se regocijen.


Éste es el pan que descendió del cielo: No como vuestros padres que comieron el maná, y murieron; el que come de este pan vivirá eternamente.


Pero los judíos que fueron incrédulos, incitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.


¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que no creyeron?


Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.


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