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Juan 21:15 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Y cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí Señor, tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Después del desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? —Sí, Señor —contestó Pedro—, tú sabes que te quiero. —Entonces, alimenta a mis corderos —le dijo Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?' Contestó: 'Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: 'Apacienta mis corderos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Cuando pues hubieron comido, Jesús le dice a Simón Pedro: Simón, hijo° de Juan, ¿me amas° más que éstos? Le dice: Sí, Señor, Tú sabes que te quiero.° Le dice: Apacienta mis corderos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Cuando terminaron de almorzar, dice Jesús a Simón Pedro: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?'. Le responde: 'Sí Señor; tú sabes que te quiero'. Él le contesta: 'Apacienta mis corderos'.

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Juan 21:15
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Así que, los que somos fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.


Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero.


Como pastor apacentará su rebaño; con su brazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.


a quien amáis sin haberle visto; en quien creyendo, aunque al presente no le veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;


La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo en sinceridad. Amén.


Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia de Dios, la cual Él compró con su propia sangre.


Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que es engendrado por Él.


pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.


Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento e inteligencia.


Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David; él las apacentará, y él será su pastor.


Porque vosotros erais como ovejas descarriadas; mas ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.


Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta.


pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, fortalece a tus hermanos.


Y el Dios de paz que resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,


Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.


Y respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres Simón hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en el cielo.


Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se asombrarán, ni tendrán falta de nada, dice Jehová.


Y heriré a sus hijos con muerte; y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriño los riñones y los corazones; y daré a cada uno de vosotros según sus obras.


desead, como niños recién nacidos, la leche no adulterada de la palabra, para que por ella crezcáis;


Porque en Jesucristo ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por amor.


Jesús les dijo: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos osaba preguntarle: ¿Tú, quién eres? Sabiendo que era el Señor.


Entonces aquel discípulo, a quien Jesús amaba, dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Y cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó su túnica de pescador (porque estaba desnudo), y se echó al mar.


Mirad que no tengáis en poco a uno de estos pequeñitos; porque os digo que sus ángeles en el cielo ven siempre la faz de mi Padre que está en el cielo.


para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.


Y por tu conocimiento se perderá el hermano débil por el cual Cristo murió.


Jesús entonces les dijo: Si Dios fuese vuestro Padre, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que Él me envió.


Entonces Pedro le dijo: Aunque todos sean escandalizados, mas yo no.


No temáis, manada pequeña; porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.


Y él le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo rebaños y vacas paridas; y si los fatigan, en un día morirán todos los rebaños.


El que ama padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí.


Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con corazón perfecto, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.


¿Y qué más puede añadir David hablando contigo? Pues tú conoces a tu siervo, Señor Jehová.


Pedro le dijo: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti.


Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, piedra).


Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.


Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen por causa de ti, yo nunca me escandalizaré.


Porque yo sé esto, que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.


Y me dijo: Estos son los aposentos de los cocineros, donde los servidores de la casa cocerán el sacrificio del pueblo.


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