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Juan 17:24 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo; para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Padre, quiero que los que me diste estén conmigo donde yo estoy. Entonces podrán ver toda la gloria que me diste, porque me amaste aun antes de que comenzara el mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Padre, ya que me los has dado, quiero que estén conmigo donde yo estoy y que contemplen la Gloria que tú ya me das, porque me amabas antes que comenzara el mundo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Padre, aquello° que me has dado, quiero que donde Yo estoy, también ellos estén conmigo, para que contemplen mi gloria que me has dado, porque me amaste antes de la fundación del mundo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 'Padre quiero que donde voy a estar, estén también conmigo los que me has dado y así contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado desde antes de la creación del mundo.

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Juan 17:24
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y ahora, oh Padre, glorifícame tú contigo mismo, con la gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.


Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre le honrará.


Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo; para que donde yo estoy, vosotros también estéis.


Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.


Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él apareciere, seremos semejantes a Él, porque le veremos como Él es.


Haréis, pues, saber a mi padre toda mi gloria en Egipto, y todo lo que habéis visto; y daos prisa, y traed acá a mi padre.


Por tanto, nosotros todos, mirando con cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor.


Y su señor le dijo: Bien hecho, siervo bueno y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.


Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.


Bienaventurados aquellos siervos a quienes el señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá y les servirá.


Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como también yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.


Y ahora vemos a través de un cristal, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.


Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.


Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.


Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;


Estamos confiados, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes con el Señor.


Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso.


Y el Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.


Y no vi templo en ella; porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son el templo de ella.


Su señor le dijo: Bien hecho, siervo bueno y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor.


Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, yo no le echo fuera.


Y esta es la voluntad del Padre que me envió: Que de todo lo que me ha dado, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.


Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.


Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.


Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.


Y la gloria que me diste, yo les he dado; para que sean uno, como nosotros somos uno.


quienes por Él creéis en Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.


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