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Job 9:5 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Él remueve las montañas en su furor, y ellas no saben quién las trastornó.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Él arranca los montes con su furor, Y no saben quién los trastornó;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 »Él mueve las montañas sin dar aviso; en su enojo las voltea.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El traslada los montes sin que se den cuenta y los sacude en su furor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Arranca los montes con su furor, Y no se sabe quién los trastorna.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Él arranca las montañas, sin que adviertan quién las derriba en su cólera.

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Job 9:5
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y habrá grandes terremotos en varios lugares, y hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.


Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló, y las rocas se partieron:


Y en aquella hora fue hecho gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil hombres murieron en el terremoto; y los demás se espantaron, y dieron gloria al Dios del cielo.


Te vieron las montañas y temblaron; pasó el desbordamiento de las aguas; el abismo dio su voz, y levantó en alto sus manos.


Y el cielo se apartó como un pergamino que es enrollado; y toda montaña y toda isla fue movida de su lugar.


Y respondiendo Jesús les dijo: De cierto os digo que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.


Y si tuviese el don de profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo caridad, nada soy.


¿Quién eres tú, oh gran montaña? Delante de Zorobabel serás reducida a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones, diciendo: Gracia, gracia a ella.


Se paró, y midió la tierra; miró, e hizo temblar a las naciones; las montañas eternas fueron desmenuzadas, y los collados perpetuos se humillaron. Sus caminos son eternos.


¿Quién midió las aguas en el hueco de su mano, y midió el cielo con su palmo, y con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó las montañas con balanza, y con pesas los collados?


¿A vosotras, montañas, qué saltáis como carneros, y a vosotros, collados, qué saltáis como corderitos?


la tierra tembló; también destilaron los cielos a la presencia de Dios; aquel Sinaí tembló a la presencia de Dios, del Dios de Israel.


Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida; aunque sean traspasadas las montañas al corazón del mar;


En la roca pone su mano, y trastorna de raíz las montañas.


Desnudo está el infierno delante de Él, y la destrucción no tiene cobertura.


Por tanto Él conoce sus obras, y las trastorna en la noche para que sean destruidos.


¿Quién me ha dado a mi primero, para que yo se lo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.


Esparce el furor de tu ira; y mira a todo soberbio, y abátelo.


Las montañas tiemblan delante de Él, y los collados se disuelven; y la tierra se enciende a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan.


¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie en el furor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por Él las rocas son quebradas.


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