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Job 6:4 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, cuyo veneno bebe mi espíritu; y terrores de Dios me combaten.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Y terrores de Dios me combaten.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Pues el Todopoderoso me ha derribado con sus flechas; y el veneno de ellas infecta mi espíritu. Los terrores de Dios están alineados contra mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Llevo en mí las flechas del Omnipotente mi espíritu bebe su veneno, ¿qué diré a Dios cuando ellas me atormentan?

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Porque en mí están clavadas° las saetas de ’El-Shadday, Y mi espíritu sorbe su veneno, Y los terrores de Dios se alistan contra mí en orden de batalla.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Me penetran las flechas de Sadday, y mi espíritu bebe su veneno: los terrores de Dios conspiran contra mí.

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Job 6:4
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque tus saetas cayeron sobre mí, y sobre mí ha descendido tu mano.


Terrores se han vuelto sobre mí; combatieron como el viento mi alma, y mi bienestar pasó como una nube.


El espíritu del hombre soportará su enfermedad; pero, ¿quién podrá soportar un espíritu herido?


Respóndeme pronto, oh Jehová, porque mi espíritu desfallece: No escondas de mí tu rostro, no venga yo a ser semejante a los que descienden a la fosa.


Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? Que interpretado, es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?


Porque me ha quebrantado con tempestad, y sin causa ha multiplicado mis heridas.


Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres, mas a Dios somos manifiestos; y espero que también en vuestras conciencias seamos manifiestos.


Tus saetas agudas con que caerán pueblos debajo de ti, penetrarán en el corazón de los enemigos del Rey.


Pues tú los pondrás en fuga, cuando aprestares en tus cuerdas las saetas contra sus rostros.


Envió sus saetas, y los dispersó; lanzó relámpagos, y los destruyó.


También ha preparado para él los instrumentos de muerte; ha ordenado sus saetas contra los perseguidores.


Porque temí el castigo de Dios, contra cuya alteza yo no tendría poder.


Verán sus ojos su quebranto, y beberá de la ira del Todopoderoso.


Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada devorará carne: En la sangre de los muertos y de los cautivos, desde sus cabezas; en venganzas sobre el enemigo.


Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.


Veneno de áspides chupará; lo matará lengua de víbora.


¿He de mentir yo contra mi derecho? Mi herida es incurable sin haber yo transgredido.


Luego que comenzare a pasar, él os arrebatará; porque de mañana en mañana pasará, de día y de noche; y será por espanto el sólo entender el reporte.


Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario, y destruyó todo lo que era agradable a la vista: En la tienda de la hija de Sión derramó como fuego su enojo.


Pequé, ¿qué te hago yo, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto como blanco tuyo, de modo que soy una carga para mí mismo?


Su furor me despedazó, y me ha sido contrario: Crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.


Vinieron sus ejércitos a una, y atrincheraron contra mí su camino, y acamparon en derredor de mi tienda.


No hay nada sano en mi carne a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado.


El corazón conoce su propia amargura; y extraño no se entrometerá en su alegría.


Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día.


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