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Job 31:32 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

32 El extranjero no pasaba afuera la noche; mis puertas abría al caminante.

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កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

32 (El forastero no pasaba fuera la noche; Mis puertas abría al caminante);

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Nunca he negado la entrada a un desconocido, más bien, he abierto mis puertas a todos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Tenía abierta mi puerta al caminante y el forastero pasaba la noche a la intemperie.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 El forastero no pasaba la noche en la calle, Yo abría mis puertas al viajero.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Nunca el extranjero pasó la noche al raso; yo tenía mi puerta abierta al caminante.

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Job 31:32
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.


Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.


Compartiendo para las necesidades de los santos; dados a la hospitalidad.


Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui extranjero, y me recogisteis;


Que tenga testimonio de buenas obras; si crió hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha seguido toda buena obra.


Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo: En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.


¿No es que compartas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu propia carne?


Y se apartaron del camino para entrar a pasar allí la noche en Gabaa; y entrando, se sentaron en la plaza de la ciudad, porque no hubo quien los recibiese en casa para pasar la noche.


Y alzando el viejo los ojos, vio a aquel viajante en la plaza de la ciudad, y le dijo: ¿A dónde vas, y de dónde vienes?


Si los siervos de mi morada no decían: ¡Oh que nos diese de su carne, pues no estamos saciados!


¿Acaso encubrí como Adán mis transgresiones, escondiendo en mi seno mi iniquidad,


Yo era padre para el pobre, y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia;


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