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Job 31:24 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Si puse en el oro mi esperanza, y dije al oro: Mi confianza eres tú;

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Biblia Reina Valera 1960

24 Si puse en el oro mi esperanza, Y dije al oro: Mi confianza eres tú;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 »¿He puesto mi confianza en el dinero o me he sentido seguro a causa de mi oro?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 No he puesto en el oro mi confianza, ni he exclamado: 'Tú eres mi apoyo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Si puse en el oro mi confianza, Y al metal precioso dije: Tú eres° mi esperanza;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Yo no puse en el oro mi confianza ni llamé al oro fino: mi seguridad.

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Job 31:24
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El que confía en sus riquezas, caerá; mas los justos reverdecerán como ramas.


He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; y se mantuvo en su maldad.


A los ricos de este mundo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios vivo, quien nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.


Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y se traspasaron con muchos dolores.


No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.


Las riquezas del rico son su ciudad fuerte; y la ruina de los pobres es su pobreza.


No confiéis en la violencia, ni en la rapiña; no os envanezcáis; si se aumentaren las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.


Porque cuando muera no se llevará nada, ni su gloria descenderá tras él.


Haced morir, pues, vuestros miembros que están en la tierra; fornicación, impureza, pasiones desordenadas, mala concupiscencia y avaricia, que es idolatría;


Y les dijo: Mirad, y guardaos de la avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.


Y oía él las palabras de los hijos de Labán que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta grandeza.


Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!


entonces tendrás oro como el polvo, y oro de Ofir como las piedras de los arroyos;


Así dice Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en su riqueza.


Con la grandeza de tu sabiduría y tu comercio has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.


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