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Jeremías 7:26 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 Pero no me escucharon ni inclinaron su oído; antes endurecieron su cerviz, e hicieron peor que sus padres.

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Biblia Reina Valera 1960

26 pero no me oyeron ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz, e hicieron peor que sus padres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 pero mi pueblo no me ha escuchado, ni siquiera ha tratado de oírme. Han sido tercos y pecadores, aún peores que sus antepasados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Pero tampoco ustedes me oyeron ni me hicieron caso, y, endureciendo su cabeza, se portaron peor que ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Pero no me escucharon ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz y fueron peores que sus padres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 pero no me han escuchado ni aplicado su oído, sino que han endurecido su cerviz y se han portado peor que sus padres.

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Jeremías 7:26
44 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí.


No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová y venid a su santuario, el cual Él ha santificado para siempre; y servid a Jehová, vuestro Dios, y el furor de su ira se apartará de vosotros.


¡Vosotros también colmad la medida de vuestros padres!


Así dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí, yo traeré sobre esta ciudad y sobre todas sus villas todo el mal que hablé contra ella; porque han endurecido su cerviz para no oír mis palabras.


Mas ellos no obedecieron, ni inclinaron su oído, antes endurecieron su cerviz para no oír ni recibir corrección.


Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus consejos, en la dureza de su malvado corazón, y fueron hacia atrás y no hacia adelante,


Mas por tu dureza, y tu corazón no arrepentido, atesoras ira para ti mismo, para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios,


Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.


Mas los labradores cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Éste es el heredero, venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad.


No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, y a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.


En cuanto a la palabra que nos has hablado en el nombre de Jehová, no la oiremos de ti;


Al cabo de siete años dejará ir cada uno a su hermano hebreo que te fuere vendido; y cuando te haya servido seis años, lo enviarás libre de ti; pero vuestros padres no me escucharon, ni inclinaron su oído.


Porque no oyeron mis palabras, dice Jehová, que les envié por mis siervos los profetas, madrugando en enviarlos; y no habéis escuchado, dice Jehová.


para atender a las palabras de mis siervos los profetas que yo os envío, madrugando en enviarlos, a los cuales no habéis oído;


Pero no me habéis oído, dice Jehová, para provocarme a ira con la obra de vuestras manos para vuestro propio mal.


Desde el año trece de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, que son veintitrés años, vino a mí la palabra de Jehová, y os he hablado, madrugando y dando aviso; mas no oísteis.


Pero no obedecieron, ni inclinaron su oído, antes se fueron cada uno tras la imaginación de su malvado corazón; por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este pacto, el cual mandé que cumpliesen, y no lo cumplieron.


Puse también centinelas sobre vosotros, que dijesen: Escuchad el sonido de la trompeta. Pero ellos dijeron: No escucharemos.


Por cuanto yo sabía que eres obstinado, y tendón de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce,


El hombre que reprendido muchas veces endurece su cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él remedio.


Y los amonestaste para que volviesen a tu ley; mas ellos fueron soberbios, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá. Pero ellos dieron la espalda, y endurecieron su cerviz, y no escucharon.


Y Jehová habló a Manasés y a su pueblo, pero ellos no escucharon;


Pero ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios.


¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Por qué, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres?


Oh Jehová, ¿no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, pero no quisieron recibir corrección; endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron arrepentirse.


¿A quiénes hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar; he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman.


Y envié a vosotros a todos mis siervos los profetas, madrugando y enviándolos a decir: Volveos ahora cada uno de su mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y viviréis en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres: mas no inclinasteis vuestro oído, ni me obedecisteis.


Por tanto, así dice Jehová Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí, yo traeré sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado: porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido.


Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice el Señor Jehová: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y os prostituís tras sus abominaciones?


Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;


Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué nos hemos de volver?


Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis; por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios.


sino que has hecho lo malo sobre todos los que han sido antes de ti, porque fuiste y te hiciste dioses ajenos e imágenes de fundición para enojarme, y a mí me echaste tras tus espaldas:


Y Judá hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y lo enojaron más que todo lo que sus padres habían hecho en sus pecados que cometieron.


Y desecharon sus estatutos, y su pacto que Él había hecho con sus padres, y sus testimonios que Él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las gentes que estaban alrededor de ellos, de las cuales Jehová les había mandado que no hiciesen como ellas:


Pero nunca se humilló delante de Jehová, como se humilló Manasés su padre; antes bien Amón aumentó el pecado.


Sólo reconoce tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y tus caminos has derramado a los extraños debajo de todo árbol frondoso, y no oíste mi voz, dice Jehová.


Y dijo Jehová: Porque dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella;


Te hablé en tu prosperidad; pero dijiste: No oiré. Este ha sido tu proceder desde tu juventud, que nunca oíste mi voz.


y entraron, y la poseyeron; pero no obedecieron tu voz, ni anduvieron en tu ley; nada hicieron de lo que les mandaste hacer; por tanto, has hecho venir sobre ellos todo este mal.


Hijo de hombre, tú habitas en medio de una casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver, y no ven, tienen oídos para oír, y no oyen, porque son una casa rebelde.


Por tanto tú, hijo de hombre, hazte equipaje de partida, y márchate de día delante de sus ojos; y te pasarás de tu lugar a otro lugar a vista de ellos, por si tal vez consideren, porque son una casa rebelde.


Entre tanto, mi pueblo está inclinado a rebelarse contra mí; aunque ellos invocan al Altísimo, ninguno absolutamente quiere enaltecerle.


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