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Jeremías 37:7 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Así dice Jehová, el Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultaseis: He aquí que el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se volverá a su tierra en Egipto.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultaseis: He aquí que el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se volvió a su tierra en Egipto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 «Esto dice el Señor, Dios de Israel: el rey de Judá te envió a consultarme acerca de lo que va a suceder. Dile a él: “El ejército del faraón está a punto de regresar a Egipto aunque vino aquí para ayudarte.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Así dice Yavé, Dios de Israel: Esta es la respuesta que entregarán ustedes al rey de Judá que los envió a consultarme: El ejército de Faraón que había salido de Egipto para ayudarlos, se volverá a su país,

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Así dice YHVH Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultarais: He aquí el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se ha vuelto a su tierra en Egipto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 así dice Yahveh, Dios de Israel: de este modo hablaréis al rey de Judá, que os ha enviado a mí para consultarme: mirad: el ejército del Faraón que ha salido en vuestra ayuda se volverá a su país de Egipto;

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Jeremías 37:7
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Aun han desfallecido nuestros ojos tras nuestro vano socorro: En nuestra esperanza aguardamos a una nación que no puede salvar.


Y no con grande ejército, ni con mucha compañía hará por él Faraón en la batalla, cuando funden baluarte y edifiquen bastiones para cortar muchas vidas.


Y envió el rey Sedequías a Jucal, hijo de Selemías, y a Sofonías, hijo de Maasías, el sacerdote, para que dijesen al profeta Jeremías: Suplica ahora por nosotros a Jehová nuestro Dios.


Pregunta ahora por nosotros a Jehová; porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, hace guerra contra nosotros: quizá Jehová haga con nosotros según todas sus obras maravillosas, y aquél se irá de sobre nosotros.


Mas al rey de Judá que os ha enviado para que consultaseis a Jehová, diréis así: Así dice Jehová, el Dios de Israel: Por cuanto oíste las palabras del libro,


Y no será más a la casa de Israel por confianza, que les haga recordar el pecado, mirando en pos de ellos; y sabrán que yo soy el Señor Jehová.


¿Para qué discurres tanto, cambiando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria.


No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo, contra Jehová.


Ahora pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del río?


También saldrás de él con tus manos sobre tu cabeza; porque Jehová desechó a aquellos en quienes confías, y no prosperarás por ellos.


La palabra que vino a Jeremías de parte de Jehová, cuando el rey Sedequías envió a él a Pasur, hijo de Malquías, y a Sofonías, hijo del sacerdote Maasías, que le dijesen:


Y cuando el ejército de Faraón hubo salido de Egipto, y llegó la noticia de ello a oídos de los caldeos que tenían sitiada a Jerusalén, se retiraron de Jerusalén.


Entonces vino palabra de Jehová al profeta Jeremías, diciendo:


Jerusalén, cuando cayó su pueblo en mano del enemigo y no hubo quien le ayudase, se acordó de los días de su aflicción, y de sus rebeliones, y de todas sus cosas deseables que tuvo desde los tiempos antiguos; la miraron los enemigos, y se burlaron de sus sábados.


Por tanto, así dice el Señor Jehová: Heme aquí contra Faraón, rey de Egipto, y quebraré sus brazos, el fuerte y el fracturado, y haré que la espada se le caiga de la mano.


Y nunca más el rey de Egipto salió de su tierra; porque el rey de Babilonia tomó todo lo que era del rey de Egipto, desde el río de Egipto hasta el río Éufrates.


Ciertamente Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto, yo dije así: Su fortaleza será estarse quietos.


He aquí que confías en este bordón de caña frágil, en Egipto, sobre el cual si alguien se apoyare, se le entrará por la mano, y se la atravesará. Tal es Faraón, rey de Egipto, para con todos los que en él confían.


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