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Jeremías 2:36 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

36 ¿Para qué discurres tanto, cambiando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria.

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Biblia Reina Valera 1960

36 ¿Para qué discurres tanto, cambiando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 Primero acá, después allá, saltas de un aliado a otro pidiendo ayuda. Pero tus nuevos amigos de Egipto te fallarán, tal como Asiria lo hizo antes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 ¿Hasta dónde no correrás? Pero será en vano: como te engañó Asur también te engañará Egipto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 ¡Cuán frívola eres para cambiar de rumbo! También serás avergonzada por Egipto, Como fuiste avergonzada por Asiria.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 ¡Qué a la ligera tomas el cambiar tu camino! También de Egipto tendrás que avergonzarte, como de Asiria quedaste avergonzada.

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Jeremías 2:36
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Hasta cuándo andarás errante, oh hija infiel? Porque Jehová ha creado una cosa nueva sobre la tierra: Una mujer rodeará al varón.


Y verá Efraín su enfermedad, y Judá su llaga; irá entonces Efraín a Asiria, y enviará al rey Jareb; mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga.


Efraín se apacienta de viento, y sigue al viento solano; mentira y destrucción aumenta continuamente; porque hicieron alianza con los asirios, y el aceite es llevado a Egipto.


¿Cómo puedes decir: No soy inmunda, nunca anduve tras los Baales? Mira tu proceder en el valle, reconoce lo que has hecho, dromedaria ligera que entrevera sus caminos,


En aquel tiempo el rey Acaz envió a pedir a los reyes de Asiria que le ayudasen.


No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Vosotros sois nuestros dioses; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.


Y aun será él llevado a Asiria como presente al rey Jareb: Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará de su propio consejo.


Y Efraín es como paloma incauta, sin entendimiento; llama a Egipto, acude a Asiria.


Cuando te tomaron con la mano, te quebraste, y les rompiste todo el hombro; y cuando se recostaron sobre ti, te quebraste, y les rompiste sus lomos enteramente.


Al egipcio y al asirio extendimos la mano, para saciarnos de pan.


Aun han desfallecido nuestros ojos tras nuestro vano socorro: En nuestra esperanza aguardamos a una nación que no puede salvar.


Así dice Jehová, el Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultaseis: He aquí que el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se volverá a su tierra en Egipto.


¿Por qué realzas tu camino para hallar amor? Pues aun a las malvadas enseñaste tus caminos.


Ahora pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del río?


Y se turbarán y avergonzarán de Etiopía, su esperanza, y de Egipto, su gloria.


Las naciones oyeron de tu afrenta, y tu clamor llenó la tierra; porque el valiente se encontró con el valiente, y cayeron ambos juntos.


Te prostituiste también con los asirios, porque no estabas satisfecha; y te prostituiste con ellos y tampoco te saciaste.


Sube al Líbano, y clama, y en Basán da tu voz, y grita hacia todas partes; porque todos tus amantes son destruidos.


A todos tus pastores arrasará el viento, y tus amantes irán en cautiverio; entonces te avergonzarás y te confundirás a causa de toda tu maldad.


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