23 Y lo pondré en la mano de tus angustiadores, que dijeron a tu alma: Póstrate para que pasemos. Y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como calle a los que pasaban.
23 Y lo pondré en mano de tus angustiadores, que dijeron a tu alma: Inclínate, y pasaremos por encima de ti. Y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como camino, para que pasaran.
23 La pondré en mano de tus verdugos, los que te decían: ¡Póstrate, para que pasemos!° Y tú ponías tu espalda como suelo, Como calzada para los transeúntes.
23 pues la pongo en la mano de tus hostigadores, de aquellos que te decían: 'Dóblate, para que pasemos por encima'. Y hacías de tu espalda como suelo, como calle para los transeúntes'.
Y aconteció que cuando hubieron sacado estos reyes a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los capitanes de los hombres de guerra que habían venido con él: Acercaos, poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se acercaron, y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos.
Pero el patio que está fuera del templo, déjalo aparte, y no lo midas, porque es dado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.
De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, así beberán continuamente todas las gentes; beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido.
Entonces mi enemiga lo verá, y la cubrirá vergüenza; la que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como el lodo de las calles.