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Isaías 48:4 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Por cuanto yo sabía que eres obstinado, y tendón de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce,

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Biblia Reina Valera 1960

4 Por cuanto conozco que eres duro, y barra de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Pues yo sé lo terca y obstinada que eres; tu cuello es tan inflexible como el hierro y tu cabeza es tan dura como el bronce.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Yo sabía que eres porfiado, que tu cuello es como una barra de hierro y que tienes la frente como de bronce.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Porque sé que eres obstinado, y tu cerviz es un tendón de hierro, Y tu frente es de bronce,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Porque sabía que eres obstinado, que un tendón de hierro es tu cuello, y tu frente de bronce,

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Isaías 48:4
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.


Y Jehová dijo a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz:


El hombre que reprendido muchas veces endurece su cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él remedio.


Mas por tu dureza, y tu corazón no arrepentido, atesoras ira para ti mismo, para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios,


Así dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí, yo traeré sobre esta ciudad y sobre todas sus villas todo el mal que hablé contra ella; porque han endurecido su cerviz para no oír mis palabras.


Oh Jehová, ¿no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, pero no quisieron recibir corrección; endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron arrepentirse.


Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes contra Jehová; ¿y cuánto más después que yo haya muerto?


Pues Jehová dijo a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz: en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré; quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer.


y no sean como sus padres, una generación contumaz y rebelde; una generación que no dispuso su corazón, y cuyo espíritu no fue fiel para con Dios.


No levantéis en alto vuestro cuerno; no habléis con cerviz erguida.


(A la tierra que fluye leche y miel); porque yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.


Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia.


También se rebeló contra Nabucodonosor, el cual le había hecho jurar por Dios; y endureció su cerviz, y obstinó su corazón para no volverse a Jehová, el Dios de Israel.


antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.


Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en altivez, fue depuesto del trono de su reino, y traspasaron de él la gloria:


Pero no me escucharon ni inclinaron su oído; antes endurecieron su cerviz, e hicieron peor que sus padres.


Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza.


No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová y venid a su santuario, el cual Él ha santificado para siempre; y servid a Jehová, vuestro Dios, y el furor de su ira se apartará de vosotros.


Pero ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios.


Circuncidad pues el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.


Pero una vez que tenían reposo, volvían a hacer lo malo delante de ti; por lo cual los abandonaste en mano de sus enemigos, que se enseñorearon de ellos; mas cuando se volvían y clamaban otra vez a ti, tú desde el cielo los oías, y muchas veces los libraste según tus misericordias.


Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así dice el Señor Jehová.


Y Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.


Que este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová;


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