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Isaías 41:2 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 ¿Quién despertó del oriente al justo, lo llamó para que le siguiese, entregó delante de él naciones, y lo hizo señorear sobre reyes; los entregó a su espada como polvo, y a su arco como paja arrebatada?

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Biblia Reina Valera 1960

2 ¿Quién despertó del oriente al justo, lo llamó para que le siguiese, entregó delante de él naciones, y le hizo enseñorear de reyes; los entregó a su espada como polvo, como hojarasca que su arco arrebata?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 »¿Quién ha incitado a ese rey del oriente, llamándolo en justicia para el servicio de Dios? ¿Quién le da victoria a ese hombre sobre muchas naciones y permite que pisotee a los reyes? Con su espada, reduce a polvo a los ejércitos y con su arco los esparce como la paja ante el viento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 ¿Quién ha mandado desde el Oriente a aquel que se topa con la victoria a cada paso? ¿Quién le entrega las naciones y le somete los reyes? Su espada los convierte en polvo y las flechas de su arco los dispersan como paja.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¿Quién lo° ha levantado de oriente, y le convoca la victoria a su paso, Y le entrega pueblos, y le somete reyes? Los dio como polvo a su espada, y como hojarasca arrebatada a su arco.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 ¿Quién suscitó del Oriente a aquel a quien la victoria le sale al paso, le entrega naciones para que a reyes impere? Los reduce a polvo su espada, a tamo fugitivo su arco.

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Isaías 41:2
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán:


Yo los desmenucé como polvo de la tierra; los hollé como a lodo de las calles y los disipé.


que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.


Del norte levanté uno, y vendrá. Del nacimiento del sol invocará mi nombre; y hollará príncipes como lodo, y como pisa el barro el alfarero.


Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; así que sopla en ellos, se secan, y el torbellino los lleva como hojarascas.


Así ha dicho Ciro, rey de Persia: Jehová, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá.


Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; Él edificará mi ciudad y soltará mis cautivos, no por precio ni por recompensa, dice Jehová de los ejércitos.


Así dice Ciro, rey de Persia: Jehová, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra; y Él me ha encargado que le edifique casa en Jerusalén, que es en Judá. ¿Quién hay de vosotros de todo su pueblo? Jehová su Dios sea con él, y suba.


Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual salió a recibir a Abraham que volvía de la matanza de los reyes, y le bendijo,


Porque no le había quedado gente a Joacaz, sino cincuenta hombres de a caballo, y diez carros y diez mil hombres de a pie; pues el rey de Siria los había destruido, y los había puesto como polvo para hollar.


Y cuando Abram tenía noventa y nueve años, Jehová apareció a Abram y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.


Y tomó Taré a Abram, su hijo, y a Lot, hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai, su nuera, esposa de Abram, su hijo; y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y asentaron allí.


Y vi otro ángel que subía de donde nace el sol, teniendo el sello del Dios viviente. Y clamó con gran voz a los cuatro ángeles, a los cuales era dado hacer daño a la tierra y al mar,


Y el sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de este se secó, para que fuese preparado el camino de los reyes del oriente.


Los siguió, pasó en paz por camino por donde sus pies nunca habían entrado.


Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto del pueblo, por luz de los gentiles;


Yo, yo hablé; sí, yo lo llamé: Yo lo traje, por tanto, él hará prosperar su camino.


El Señor ha pisoteado a todos mis hombres valientes en medio de mí; Convocó contra mí asamblea para quebrantar mis jóvenes; el Señor ha pisoteado, como en lagar, a la virgen hija de Judá.


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