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Isaías 41:14 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 No temas, gusano de Jacob, ni vosotros, varones de Israel; yo te ayudaré, dice Jehová, tu Redentor, el Santo de Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

14 No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Aunque seas un humilde gusano, oh Jacob, no tengas miedo, pueblo de Israel, porque yo te ayudaré. Yo soy el Señor, tu Redentor. Yo soy el Santo de Israel”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 No temas, raza de Jacob, más indefensa que un gusano. Yo soy tu socorro, dice Yavé, el Santo de Israel es el que te rescata.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 No temas, oh gusanillo de Jacob, Oruga de Israel: Yo soy tu socorro, dice YHVH, Tu Redentor es el Santo de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 No temas, gusanillo de Jacob, larva de Israel. 'Yo te ayudo', dice Yahveh; tu redentor es el Santo de Israel.

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Isaías 41:14
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Así dice Jehová, vuestro Redentor, el Santo de Israel: Por vuestra causa he enviado a Babilonia, e hice descender a todos sus nobles y a los caldeos, cuyo clamor está en las naves.


Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.


Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.


El Redentor de ellos es fuerte; Jehová de los ejércitos es su nombre; de cierto abogará la causa de ellos, para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia.


Que los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón sean gratos delante de ti, oh Jehová, fortaleza mía, y Redentor mío.


¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, y el hijo de hombre, que es un gusano?


Yo sé que mi Redentor vive, y en el día final se levantará sobre la tierra;


quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí un pueblo peculiar, celoso de buenas obras.


Y a los que te oprimen les haré comer sus propias carnes, y con su propia sangre serán embriagados como con vino dulce; y sabrá toda carne que yo Jehová soy tu Salvador, y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.


Así dice Jehová, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy Jehová tu Dios, que te enseña para provecho, que te conduce por el camino en que debes andar.


Nuestro Redentor, Jehová de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel.


Así dice Jehová, tu Redentor, el que te formó desde el vientre: Yo soy Jehová, el Creador de todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo;


Así dice Jehová, el Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.


Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;


Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque escrito está: Maldito todo aquel que es colgado en un madero),


No temáis, manada pequeña; porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.


Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.


Pero tú eres nuestro Padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro Padre; nuestro Redentor, tu nombre es desde la eternidad.


Y mamarás la leche de los gentiles, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy tu Salvador, y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.


Y vendrá el Redentor a Sión, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.


Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; mas con misericordia eterna tendré compasión de ti, dice Jehová, tu Redentor.


Así dice Jehová, el Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de los hombres, al abominado de las naciones, al siervo de los gobernantes: Verán reyes y se levantarán, príncipes también adorarán, a causa de Jehová que es fiel, y del Santo de Israel, el cual te escogerá.


También Isaías clama tocante a Israel: Aunque el número de los hijos de Israel sea como la arena del mar, un remanente será salvo.


No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová, y os ha escogido; porque vosotros erais el más pequeño de todos los pueblos;


Dios está en medio de ella; no será conmovida: Dios la ayudará al clarear la mañana.


Y se acordaban que Dios era su Roca; y el Dios Altísimo su Redentor.


Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sión cantando; y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirá la tristeza y el gemido.


No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; sí, siempre te ayudaré, siempre te sostendré con la diestra de mi justicia.


Yo deshice como a una nube tus rebeliones, y como a niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí.


Y tú no temas, siervo mío Jacob, y no desmayes, Israel; porque he aquí que yo te salvo de lejos, y a tu simiente de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará y será prosperado, y no habrá quien lo espante.


Te acercaste el día que te invoqué: dijiste: No temas.


Entonces me dijo: Daniel, no temas: porque desde el primer día que diste tu corazón a entender, y a afligirte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.


No ejecutaré el furor de mi ira, no volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre; el Santo en medio de ti; y no entraré en la ciudad.


sino que aquella montaña será tuya; porque aunque es bosque, tú lo desmontarás, y serán tuyos sus términos; porque tú echarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte.


Quizá oirá Jehová tu Dios las palabras del Rabsaces, a quien su señor el rey de Asiria ha enviado para blasfemar al Dios vivo, y vituperará las palabras que oyó Jehová tu Dios; eleva, pues, oración por el remanente que aún ha quedado.


Porque yo soy Jehová tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador: A Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.


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