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Isaías 33:15 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 El que camina en justicia, y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa su oído para no oír propuestas sanguinarias, el que cierra sus ojos para no ver cosa mala:

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Biblia Reina Valera 1960

15 El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Los que son honestos y justos, los que se niegan a obtener ganancias por medio de fraudes, los que se mantienen alejados de los sobornos, los que se niegan a escuchar a los que traman asesinatos, los que cierran los ojos para no ceder ante la tentación de hacer el mal:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 El que actúa siempre con honradez, el que dice la verdad y que se niega a conseguir algo con trampa; el que retira su mano para no aceptar la coima, que no quiere oír sugerencias criminales y no quiere ver procederes malos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 El que anda en justicia y habla rectitudes, Que rehúsa con desprecio el lucro de opresiones,° Que sacude su mano para rechazar el soborno, Que tapa su oído a propuestas sanguinarias,° Que cierra sus ojos para no ver el mal:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Quien camina con justicia y habla con rectitud; quien rechaza ganancia de coacciones y sacude sus manos por no aceptar soborno; quien tapa sus oídos por no escuchar propuestas sangrientas; quien cierra sus ojos, por no mirar lo malo:

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Isaías 33:15
43 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.


Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia, es justo, como también Él es justo.


He aquí, clama el jornal de los obreros que han segado vuestros campos, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros; y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.


A los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, vida eterna.


Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.


Y ambos eran justos delante de Dios, andando irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.


La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad.


Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo.


No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.


y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y convinieron con él por treinta piezas de plata.


Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, o si he tomado el asno de alguno, o si he calumniado a alguien, o si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho por el cual haya cerrado mis ojos: y yo os restituiré.


Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su presente; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.


Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu sanidad se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.


El que camina en integridad, anda confiado; mas el que pervierte sus caminos, será descubierto.


Alborota su casa el codicioso; mas el que aborrece el soborno vivirá.


¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, quitar las pesadas cargas, y dejar ir libres a los oprimidos, y que rompáis todo yugo?


Y he aquí, que golpeé mi mano a causa de tu avaricia que cometiste, y a causa de la sangre que derramaste en medio de ti.


Si mis pasos se apartaron del camino, y si mi corazón se fue tras mis ojos, y si algo sucio se apegó a mis manos,


quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente tomó cohecho. El que hace estas cosas, jamás será removido.


Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas.


Hijo mío, no andes en camino con ellos; aparta tu pie de sus veredas:


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