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Isaías 30:1 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 ¡Ay de los hijos rebeldes, dice Jehová, que toman consejo, pero no de mí; para cobijarse con cubierta, pero no de mi Espíritu, para añadir pecado a pecado!

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Biblia Reina Valera 1960

1 ¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 »Qué aflicción les espera a mis hijos rebeldes —dice el Señor—. Ustedes hacen planes contrarios a los míos; hacen alianzas que no son dirigidas por mi Espíritu, y de esa forma aumentan sus pecados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Ay de estos hijos rebeldes, dice Yavé, que traman unos proyectos que no son los míos y que se comprometen con pactos ajenos a mi espíritu, de modo que acumulan así pecados y más pecados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Ay de los hijos rebeldes!, dice YHVH Que hacen planes sin contar conmigo, Que firman° pactos sin mi Espíritu, añadiendo pecado sobre pecado,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 ¡Ay de los hijos rebeldes -oráculo de Yahveh-, que hacen un plan pero no de mi parte, que firman un pacto pero no de mi agrado, añadiendo así pecado a pecado!

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Isaías 30:1
48 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Extendí mis manos todo el día a un pueblo rebelde, que anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos;


Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.


¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí; destrucción vendrá sobre ellos, porque contra mí se rebelaron; yo los redimí, y ellos hablaron mentiras contra mí.


Mas por tu dureza, y tu corazón no arrepentido, atesoras ira para ti mismo, para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios,


Pero ellos se rebelaron, y contristaron su Santo Espíritu; por lo cual Él se volvió su enemigo, y peleó contra ellos.


¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras son en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?


Mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.


Como diamante, más duro que el pedernal he hecho tu frente; no temas ni desmayes delante de ellos, porque son casa rebelde.


Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a una nación rebelde que se ha rebelado contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.


Pero este pueblo tiene un corazón falso y rebelde; se volvieron y se fueron.


Que este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová;


Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo el abrigo de tus alas. (Selah)


y suceda que, cuando el tal oyere las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la imaginación de mi corazón, para añadir la embriaguez a la sed.


Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco.


Como guardas de campo, estuvieron contra ella en derredor, porque ha sido rebelde contra mí, dice Jehová.


Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra la tempestad; como ríos de agua en tierra de sequedad, como la sombra de una gran roca en tierra calurosa.


No llaméis conspiración a todas las cosas a que este pueblo llame conspiración, ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo.


Y creará Jehová sobre toda morada del monte de Sión, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel.


¿Para qué habéis de ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.


Y ahora añadieron a su pecado, y de su plata se han hecho según su entendimiento, estatuas de fundición, ídolos, toda obra de artífices; acerca de los cuales dicen a los hombres que sacrifican, que besen los becerros.


¡Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta,


Porque la cama será demasiado corta para estirarse sobre ella, y la cubierta estrecha para envolverse.


Porque habéis dicho: Hemos hecho un pacto con la muerte, e hicimos un acuerdo con el infierno; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, pues hemos hecho de la mentira nuestro refugio, y en la falsedad nos hemos escondido.


Y cuando os digan: Consultad a los que evocan a los muertos, y a los adivinos que susurran y murmuran, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?


Acuérdate, no te olvides que has provocado a ira a Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová.


Y he aquí vosotros habéis sucedido en lugar de vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún a la ira de Jehová contra Israel.


Tus príncipes, son rebeldes y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.


Porque Jehová me habló así con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:


Así dice Jehová: Maldito el hombre que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.


Así dice Jehová, el Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultaseis: He aquí que el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se volverá a su tierra en Egipto.


Jehová habló sobre vosotros, oh remanente de Judá: No entréis en Egipto; sabed por cierto que os advierto hoy.


Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan mal consejo en esta ciudad.


Y pronuncia una parábola a la casa rebelde, y diles: Así dice el Señor Jehová: Pon una olla, ponla, y echa también agua en ella;


Y no será más a la casa de Israel por confianza, que les haga recordar el pecado, mirando en pos de ellos; y sabrán que yo soy el Señor Jehová.


Entonces Él respondió y me habló, diciendo: Esta es la palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No por el poder, ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice Jehová de los ejércitos.


Y los hombres de Israel tomaron de su provisión del camino, y no consultaron a la boca de Jehová.


He aquí tú confías ahora en este bordón de caña cascada, en Egipto, en el que si alguno se apoyare, se le entrará por la mano, y la traspasará. Tal es Faraón, rey de Egipto, para todos los que en él confían.


¿Cómo, pues, podrás resistir a un capitán, al menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y su gente de a caballo?


¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.


¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y ponen su esperanza en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son muy fuertes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!


Ahora pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del río?


Y caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus aldeas; las consumirá a causa de sus propios consejos.


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