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Isaías 17:10 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la Roca de tu fortaleza; por tanto, plantarás plantas hermosas, y sembrarás sarmiento extraño.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 ¿Por qué? Porque te has apartado del Dios que puede salvarte. Te has olvidado de la Roca que puede esconderte. Así que tal vez plantes las mejores vides e importes los tallos más costosos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Porque olvidaste a Dios que te salva, y no te acordaste de la Roca que te protege. Pues bien, si plantas plantas tempraneras y cultivas patillas traídas del extranjero,

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Pues olvidaste a Dios tu Salvador, Y no te acordaste de la Roca de tu fortaleza. Por ello, aunque siembres plantas deleitosas, E injertes vides importadas,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Porque olvidaste al Dios de tu salvación, no recordaste la roca de tu refugio. Por eso plantas plantaciones placenteras, amugronas mugrones extranjeros:

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Isaías 17:10
48 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Se olvidará la virgen de sus adornos, o la desposada de sus atavíos? Pero mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días.


Confiad en Jehová perpetuamente; porque en el Señor Jehová está la fortaleza eterna.


De la Roca que te engendró te olvidaste: Te has olvidado de Dios tu Creador.


Se olvidaron de Dios su Salvador, que había hecho grandezas en Egipto;


Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud: Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad; justo y recto es Él.


Israel se ha olvidado de su Hacedor y ha edificado templos; y Judá ha multiplicado ciudades fortificadas; pero yo enviaré fuego a sus ciudades, el cual devorará sus palacios.


¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán avergonzados; y los que de mí se apartan serán escritos en el polvo; porque dejaron la fuente de aguas vivas, a Jehová.


Sembraron trigo, pero espinos segarán; se esforzaron, pero no tendrán provecho. Se avergonzarán de sus cosechas a causa de la ardiente ira de Jehová.


Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del opresor, cuando se disponía para destruir. Pero ¿dónde está el furor del opresor?


He aquí, Dios es mi salvación; confiaré, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es Jehová, Jehová, el cual ha sido mi salvación.


Pero pronto se olvidaron de sus obras; no esperaron su consejo.


Restáuranos, oh Dios, salvación nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros.


Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca: Aun nuestros mismos enemigos son de ello jueces.


Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados por amor a tu nombre.


Y decid: Sálvanos, oh Dios, salvación nuestra: Reúnenos, y líbranos de las naciones, para que demos gracias a tu santo nombre, y nos gloriemos en tus alabanzas.


Pero engordó Jesurún, y dio coces; engordaste, te cubriste de grasa. Entonces dejó al Dios que lo hizo, y menospreció a la Roca de su salvación.


Te desposarás con mujer, y otro varón se acostará con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la vendimiarás.


Mas será que si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios, y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres, y los adorares, yo testifico hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis.


y se eleve luego tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de siervos;


Guárdate de que no te olvides de Jehová tu Dios, dejando de observar sus mandamientos, y sus juicios y sus estatutos que yo te ordeno hoy.


guárdate que no te olvides de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.


Y vuestra fuerza se consumirá en vano; porque vuestra tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra no darán su fruto.


Yo también haré con vosotros esto: Enviaré sobre vosotros terror, inflamación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma: y en vano sembraréis vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán;


Será por tanto saqueada su hacienda, y sus casas asoladas; y edificarán casas, mas no las habitarán; y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas.


Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.


Por tanto, pues que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo; edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.


Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Porque tú desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.


Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los términos de la tierra, y de los más remotos confines del mar.


Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; sé tú mi Roca fuerte, mi Fortaleza para salvarme.


Jehová es mi Roca, mi castillo y mi Libertador; mi Dios, mi fortaleza, en Él confiaré; mi escudo, el cuerno de mi salvación, y mi alto refugio.


Los malos serán trasladados al infierno, y todas las naciones que se olvidan de Dios.


En aquel día las ciudades fortificadas serán como los frutos que quedan en los renuevos y en las ramas, las cuales fueron dejadas a causa de los hijos de Israel; y habrá desolación.


Porque antes de la siega, cuando el capullo sea perfecto, y la uva agria esté madurando en la flor, cortará las ramitas con podaderas, y quitará y cortará las ramas.


Porque has sido fortaleza al pobre, fortaleza al necesitado en su aflicción, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como tormenta contra el muro.


Vosotros tendréis canción, como en la noche en que se celebra fiesta solemne; y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir a la montaña de Jehová, al Poderoso de Israel.


Oh Jehová, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; sé tú el brazo de ellos cada mañana, sé también nuestra salvación en tiempo de tribulación.


No temáis, ni tengáis miedo; ¿no os lo he dicho desde antiguo, y lo he declarado? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay un Dios aparte de mí? No hay otro Dios; no conozco ninguno.


En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con ropas de salvación, me cubrió con el manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.


He aquí que Jehová hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sión: He aquí tu salvación viene; he aquí, su recompensa con Él, y delante de Él su obra.


Voz sobre las alturas fue oída, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han pervertido su camino, se han olvidado de Jehová su Dios.


Por tanto, así dice el Señor Jehová: Por cuanto te has olvidado de mí, y me has echado tras tus espaldas, por eso, lleva tú también tu suciedad y tus fornicaciones.


El grano se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo.


Precio recibieron en ti para derramar sangre; interés y usura tomaste, y a tus prójimos defraudaste con violencia; te olvidaste de mí, dice el Señor Jehová.


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