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Isaías 13:1 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 La carga acerca de Babilonia, que vio Isaías, hijo de Amoz.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Profecía sobre Babilonia, revelada a Isaías hijo de Amoz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Isaías, hijo de Amoz, recibió el siguiente mensaje acerca de la destrucción de Babilonia:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Esta es la sentencia contra Babilonia que fue revelada a Isaías, hijo de Amós, contra Babilonia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Carga de Babilonia, que recibió en visión° Isaías ben Amoz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Oráculo contra Babilonia, que recibió Isaías, hijo de Amós.

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Isaías 13:1
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

La palabra que Jehová habló contra Babilonia, y contra la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías.


La visión de Isaías, hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.


PERES: Tu reino ha sido dividido, y dado a los medos y a los persas.


Entonces se demudó el semblante del rey, y sus pensamientos lo turbaron, y se soltaron las coyunturas de sus lomos y sus rodillas se batían la una con la otra.


La carga de Moab. Ciertamente en una noche fue destruida y silenciada Ar de Moab. Ciertamente en una noche fue destruida y silenciada Kir de Moab.


En el año que murió el rey Acaz fue esta carga:


Y Babilonia, la gloria de los reinos, la hermosura de la grandeza de los caldeos, será como cuando Dios destruyó a Sodoma y Gomorra.


La carga de la palabra de Jehová a Israel, por medio de Malaquías.


La carga de la palabra de Jehová contra la tierra de Hadrac, y de Damasco, su reposo; cuando los ojos de los hombres y de todas las tribus de Israel se vuelvan a Jehová.


La carga de Nínive. Libro de la visión de Nahúm de Elcos.


Diles: Así dice el Señor Jehová: Al príncipe en Jerusalén es esta carga, y a toda la casa de Israel que está en medio de ellos.


Así dice Jehová, vuestro Redentor, el Santo de Israel: Por vuestra causa he enviado a Babilonia, e hice descender a todos sus nobles y a los caldeos, cuyo clamor está en las naves.


En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, el clavo hincado en lugar firme será quitado, será cortado y caerá; y la carga que sobre él se puso, será cortada; porque Jehová ha hablado.


La carga del valle de la visión. ¿Qué tienes ahora, que toda tú te has subido a los terrados?


Carga sobre Arabia. En el bosque de Arabia pasaréis la noche, oh caravanas de Dedán.


La carga de Egipto. He aquí, Jehová cabalga sobre una nube veloz, y entrará en Egipto. Los ídolos de Egipto se estremecerán ante su presencia, y el corazón de los egipcios desfallecerá dentro de ellos.


La carga de Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será un montón de ruinas.


Carga de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos, y pone el fundamento de la tierra, que forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho:


y Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo en que fueron expatriados a Babilonia.


Y otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, aquella gran ciudad, porque ella ha dado a beber a todas las naciones del vino de la ira de su fornicación.


Dijo luego Jehú a Bidcar su capitán: Tómalo y échalo a un cabo de la heredad de Nabot de Jezreel. Acuérdate que cuando tú y yo íbamos juntos en pos de Acab su padre, Jehová pronunció esta sentencia sobre él, diciendo:


En aquel tiempo habló Jehová por Isaías, hijo de Amoz, diciendo: Ve, y quita el cilicio de tus lomos, y quita las sandalias de tus pies. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo.


Jehová me mostró dos cestas de higos puestas delante del templo de Jehová, después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a los príncipes de Judá, y a los artesanos y herreros de Jerusalén, y los había llevado a Babilonia.


Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron sobre muchas tierras y grandes reinos, de guerra, y de aflicción, y de pestilencia.


Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta: confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa de Jehová.


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