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Isaías 10:12 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de Sión, y en Jerusalén, castigaré el fruto del corazón soberbio del rey de Asiria, y la gloria de la altivez de sus ojos.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de Sion y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la gloria de la altivez de sus ojos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Después de que el Señor haya utilizado al rey de Asiria para llevar a cabo sus propósitos en el monte Sion y en Jerusalén, se volverá contra el rey de Asiria y lo castigará, porque es soberbio y arrogante.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Pero esto ha de suceder: cuando el Señor haya terminado su obra en la montaña de Sión y en Jerusalén, castigará la soberbia del corazón del rey de Asiria y la mirada despreciativa de sus ojos. Porque dijo:

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 °Por eso, cuando Adonay acabe toda su obra en el Monte Sión y en Jerusalem, Castigará° el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, Y la arrogancia altanera de sus ojos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Ahora bien, cuando Yahveh haya acabado su obra en el monte de Sión y en Jerusalén, castigará el fruto del soberbio corazón del rey de Asiria y la arrogancia de sus ojos altaneros.

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Isaías 10:12
44 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque saldrá de Jerusalén un remanente, y del monte de Sión los que escaparen: El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.


Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que yo castigaré al rey de Babilonia y a su tierra como castigué al rey de Asiria.


por vuestras iniquidades, y las iniquidades de vuestros padres juntamente, dice Jehová, los cuales quemaron incienso sobre las montañas, y sobre los collados me afrentaron; por tanto, yo les mediré su obra antigua en su seno.


Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?


Porque del corazón salen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.


O haced el árbol bueno y su fruto bueno, o haced el árbol malo y su fruto malo, porque el árbol por su fruto es conocido.


Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdad, y sus caminos juicio; y humillar puede a los que andan con soberbia.


para que no se exalten en su altura todos los árboles que están junto a las aguas, ni levanten su cumbre entre las espesuras, ni en sus ramas se paren por su altura todos los que beben aguas; porque todos son entregados a muerte, a la parte más baja de la tierra, en medio de los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.


Por tanto, así dice el Señor Jehová: Por cuanto se encumbró en altura, y puso su cumbre entre densas ramas, y su corazón se elevó con su altura,


He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y estáis cercados de centellas. Andad a la luz de vuestro fuego, y de las centellas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor yaceréis.


De esta manera, pues, será expiada la iniquidad de Jacob; y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando Él haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y ya no sean levantadas las estatuas de Asera, ni las imágenes del sol.


Y la sabrá todo el pueblo, Efraín y los moradores de Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón dicen:


Y el hombre vil será abatido, y el hombre altivo será humillado, y los ojos de los soberbios serán bajados.


La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y sólo Jehová será exaltado en aquel día.


Hay generación cuyos ojos son altivos, y cuyos párpados son alzados.


Ciertamente la ira del hombre te alabará: Tú reprimirás el resto de las iras.


Su fruto destruirás de la tierra, y su simiente de entre los hijos de los hombres.


Porque tú salvarás al pueblo afligido, y humillarás los ojos altivos.


Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño; y ninguno de los varones fuertes pudo usar sus manos.


Y acontecerá en aquel día, que Jehová visitará al ejército de las alturas en lo alto, y a los reyes de la tierra en la tierra.


¿Acaso lo ha herido, como Él hirió a quien lo hirió? ¿O ha sido muerto como los que en la matanza por Él fueron muertos?


Por tanto, he aquí que yo volveré a hacer obra maravillosa en este pueblo, prodigio grande y asombroso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá el entendimiento de sus entendidos.


¡Ay de ti, que saqueas, y tú no fuiste saqueado; que eres desleal, bien que nadie fue desleal contra ti! Cuando acabes de saquear, tú serás saqueado; y cuando acabes de hacer deslealtad, deslealtad se hará contra ti.


¿A quién injuriaste y a quién blasfemaste? ¿Contra quién has alzado tu voz, y levantado tus ojos en alto? Contra el Santo de Israel.


Porque contra mí te airaste, y tu estruendo ha subido a mis oídos; pondré, pues, mi anzuelo en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.


Porque he aquí, yo comienzo a traer el mal sobre la ciudad que es llamada por mi nombre; ¿y vosotros quedaréis sin castigo? No quedaréis sin castigo; porque espada traigo sobre todos los habitantes de la tierra, dice Jehová de los ejércitos.


Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante; y encenderé fuego en sus ciudades, el cual devorará todos sus alrededores.


Y vendrán navíos de la costa de Quitim, y afligirán a Asiria, afligirán también a Heber; mas él también perecerá para siempre.


De no haber temido la ira del enemigo, no sea que se envanezcan sus adversarios, no sea que digan: Nuestra mano está alzada, Jehová no ha hecho todo esto.


La mirada altiva, el corazón orgulloso, y el labrar de los impíos, son pecado.


Porque el día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo el que es soberbio y altivo, y sobre todo el que se ha enaltecido, y será abatido;


Y plantará los tabernáculos de su palacio entre los mares en el monte glorioso del santuario; sin embargo, vendrá a su fin, y no habrá quien le ayude.


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