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Isaías 1:2 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crie hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 ¡Escuchen, oh cielos! ¡Presta atención, oh tierra! Esto dice el Señor: «Los hijos que crie y cuidé se han rebelado contra mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 ¡Cielos y tierra, oigan! Escuchen la queja de Yavé: 'Crié hijos hasta hacerlos hombres, pero se rebelaron contra mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Oíd, cielos, y tú, tierra, escucha, que habla YHVH! Crié hijos y los engrandecí, pero ellos se rebelaron contra mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Escucha, cielo; atiende, tierra que habla Yahveh: hijos crié y eduqué, y ellos se rebelaron contra mí.

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Isaías 1:2
37 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Escuchad, oh cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.


Al cielo y a la tierra llamo hoy como testigos contra vosotros, de que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu simiente;


Oíd, pueblos todos: escucha oh tierra, y todo lo que hay en ti: y que el Señor Jehová sea testigo contra vosotros desde su santo templo.


yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que presto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para poseerla: no estaréis en ella largos días sin que seáis totalmente destruidos.


Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo.


El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo Padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy Señor, ¿dónde está mi temor?, dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?


Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio, y de fortaleza, para denunciar a Jacob su transgresión, y a Israel su pecado.


Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:


por tanto, montañas de Israel, oíd palabra del Señor Jehová: Así dice el Señor Jehová a las montañas y a los collados, a los arroyos y a los valles, a las ruinas y asolamientos, y a las ciudades desamparadas, que fueron puestas por presa y escarnio al resto de las naciones alrededor;


¡Tierra, tierra, tierra! Escucha la palabra de Jehová.


Oye, tierra. He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no han atendido a mis palabras, y han desechado mi ley.


Extendí mis manos todo el día a un pueblo rebelde, que anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos;


Que este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová;


¡Ay de los hijos rebeldes, dice Jehová, que toman consejo, pero no de mí; para cobijarse con cubierta, pero no de mi Espíritu, para añadir pecado a pecado!


Con llanto vendrán, y entre súplicas los conduciré. Los haré andar junto a ríos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque yo soy Padre para Israel, y Efraín es mi primogénito.


Escuchad y oíd; no os enaltezcáis; pues Jehová ha hablado.


Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar.


Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.


Al Músico principal: Salmo para los hijos de Coré Oíd esto, pueblos todos; escuchad, todos los habitantes del mundo:


Convertíos a Aquél contra quien los hijos de Israel profundamente se rebelaron.


Naciones, acercaos para oír; y escuchad, pueblos. Oiga la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y todo lo que produce.


Pero tú eres nuestro Padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro Padre; nuestro Redentor, tu nombre es desde la eternidad.


Convertíos, hijos infieles, y yo sanaré vuestra infidelidad. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios.


Y pronuncia una parábola a la casa rebelde, y diles: Así dice el Señor Jehová: Pon una olla, ponla, y echa también agua en ella;


Y dejó a Jehová, el Dios de sus padres, y no anduvo en el camino de Jehová.


La palabra de Jehová que vino a Miqueas el morastita en días de Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá: lo que vio sobre Samaria y Jerusalén.


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