Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Hechos 6:7 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y crecía la palabra de Dios, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; y una gran multitud de los sacerdotes obedecía a la fe.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

7 Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Así que el mensaje de Dios siguió extendiéndose. El número de creyentes aumentó en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes judíos también se convirtieron.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 La Palabra de Dios se difundía; el número de los discípulos en Jerusalén aumentaba considerablemente, e incluso un buen grupo de sacerdotes había aceptado la fe.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y la palabra de Dios crecía,° y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalem, y un gran número de los sacerdotes obedecían a la fe.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 La palabra de Dios se propagaba y el número de discípulos se multiplicaba extraordinariamente en Jerusalén, e incluso una gran multitud de sacerdotes abrazaban la fe.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Hechos 6:7
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Así crecía poderosamente la palabra del Señor, y prevalecía.


Mas la palabra de Dios crecía y se multiplicaba.


el cual ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo; y lleva fruto, como también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,


y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser autor de eterna salvación a todos los que le obedecen;


pero ahora es hecho manifiesto, y por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, dado a conocer a todas las naciones para obediencia de la fe.


por quien recibimos la gracia y el apostolado, para obediencia de la fe en todas las naciones, por su nombre;


confirmando el alma de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe; y diciéndoles que es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.


Por fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por herencia; y salió sin saber a dónde iba.


por el cual sufro aflicciones, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa.


en llama de fuego, para cobrar venganza de los que no conocen a Dios, y no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;


Y cuando ellos lo oyeron, glorificaron al Señor, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos de la ley.


Mas les resistía Elimas, el hechicero (que así se interpreta su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul.


Con todo eso, aun muchos de los príncipes creyeron en Él; mas por causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga.


Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, Éste es puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel; y por señal a la que será contradicho


Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.


Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes, y sus santos darán voces de júbilo.


Tus sacerdotes se vistan de justicia, y tus santos se regocijen.


Porque Ezequías, rey de Judá, había dado a la multitud mil becerros y siete mil ovejas; y también los príncipes dieron al pueblo mil becerros y diez mil ovejas; y muchos sacerdotes se santificaron.


Pero los sacerdotes eran pocos, y no bastaban para desollar los holocaustos; por tanto, sus hermanos los levitas los ayudaron hasta que se acabó la obra, y hasta que los otros sacerdotes se santificaron; porque los levitas fueron más rectos de corazón para santificarse que los sacerdotes.


alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.


Y en aquellos días, multiplicándose el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que sus viudas eran desatendidas en el ministerio cotidiano.


solamente habían oído decir: Aquel que antes nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba.


Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos; y mayormente a los de la familia de la fe.


Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros tocante a la común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.


Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម