Y aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos; a los cuales, cuando estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos;
Porque esta es nuestra gloria; el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y más abundantemente con vosotros.
El Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen mal; porque delante de Él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho ningún mal.
Pero te confieso esto, que conforme al Camino que ellos llaman herejía, así adoro al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas;